En este contexto, significa la tendencia, inclinación entusiasta o buena disposición que sientes hacia algo o alguien. Implica curiosidad, y en muchos casos, una afinidad o vocación. A las personas les encanta enterarse de cuánta atención o curiosidad sientes personalmente hacia ellas, hacia sus gustos y aversiones, metas y logros, así como cuánto tiempo y recursos puedes dedicarles. Expresar interés es la principal cualidad de la persona seductora.

El Banco de la Amistad

Si pusieras tu dinero en un banco y al cabo de tres meses recibieras bajos intereses, ¿qué harías si te enteraras que otro banco está pagando mejores intereses? ¡Sacarías tu dinero del primero y lo depositarías en el segundo! Algo similar sucede con la amistad. Si muestras poco interés en las personas, dejan de prestarte atención, porque la amistad genera y cultiva intereses en común. Muestra interés, y te mostrarán interés.

La raíz del interés

Nuestra necesidad humana de beneficiarnos es una raíz nutriente del interés que ponemos en todas las cosas. Esto no es incorrecto si el beneficio es altruista. Tendemos a beneficiarnos a nosotros mismos y a beneficiar a otros, y todo lo que creemos que puede beneficiarnos despierta en nosotros una curiosidad natural.

Por ejemplo, tus oyentes prestarán mucha atención a tu discurso si perciben que el tema podría servirles para desempeñarse mejor en su campo. Su deseo de ser más eficientes estimula su atención y toman la iniciativa y te dedican su tiempo.    

Con palabras

"¿Cuál es tu nombre?", "Me interesa lo que haces", "Tu aporte merece todo nuestro interés", "Me gustaría que supieras lo mucho que nos interesan tus problemas y dificultades", "Sé que a muchos les cuesta interesarse en lo que haces", "Permíteme ayudarte", "¿Alguna pregunta?", "Todos tenemos  diferentes intereses", "Me gustaría saber tu opinión", "¿Qué necesitas?", "¿Puedo ayudar?", "Cuenta conmigo", "¿Cómo estás!", "¿Cuándo puedo visitarte?", "Me gustaría reunirme contigo".

Con gestos

Toma la iniciativa al saludarla. Mírala a los ojos mientras hablan. Inclinate levemente hacia ella de vez en cuando durante la conversación como símbolo de estar poniéndole toda tu atención. Hazle un favor sin que te lo haya pedido. Pregúntale cómo está, sobre todo, si estuvo ausente mucho tiempo o enferma, y responde la pregunta sinceramente cuando te pregunte cómo estás (por supuesto, nadie esperaría una respuesta íntima si la relación es superficial).

Con actitudes

Devuelve cuanto antes una llamada. Responde una carta. Pregunta y repite su nombre. Escucha con mucha atención. Haz preguntas discretas y bien pensadas. Averigua qué necesita o desea. Apresúrate al servirla. Menciona que recuerdas datos y hechos de la conversación anterior.

Una emoción anhelada

Una emoción anhelada. Por lo general, un recién nacido recibe abundantes muestras de interés de parte de los que lo rodean. Todos quieren conocerlo. Preguntan por él y por su salud. Se preocupan por su bienestar general. El interés es un sentimiento básico que se interpreta como una predilección.

Aparte de expresar y reforzar los sentimientos de interés mutuo, sus diferentes manifestaciones hacen que se mantenga una conexión social permanente entre las personas. Fortalece mucho las relaciones humanas.

Algo similar aplica a la relación con un auditorio, con la advertencia de que un orador experimentado evita ser demasiado íntimo con sus oyentes, para mantener el alto la dignidad de la ocasión. Todo interés ha de estar supeditado al propósito del discurso y a la imagen de la institución que lo auspicia.l.

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