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Motivación
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Motivación por estímulo físico
©Miguel Ángel Ruiz Orbegoso

En mi opinión, la motivación viene o va hacia algún punto cardinal de la naturaleza humana:
o es física o es material, intelectual, emocional o espiritual.

Motivación es un incentivo que nos mueve a actuar, y puede ser activada desde cualquiera de las fuentes arriba indicadas. Por ejemplo, es imposible que un estímulo físico pueda afectar a una persona cuyo miembro ha perdido permanentemente toda sensibilidad, o que un estímulo espiritual conmueva a una persona puramente carnal, es decir, que esté más allá de todo sentido moral. O el receptor es sensible al estímulo, o el estímulo necesita una intensidad o cualidad capaz de afectar al receptor.

Por ejemplo, imagínate una persona que acaba de ahogarse y unos rescatistas la han sacado a la orilla, le practican los primeros auxilios, que incluyen poderosos estímulos físicos al corazón, y la hacen reaccionar. Si hubiera transcurrido demasiado tiempo sin ayuda, hubiese muerto. ¿Podría alguien revivirla? En tal caso, ¿cuán grande sería el estímulo que necesitaría? ¡Se necesitaría un verdadero milagro!

Por eso, cuando hablamos de motivación, estamos hablando de estímulos capaces de sintonizar con el receptor. Los seres humanos somos susceptibles a diferentes clases de estímulo. En el ejemplo anterior, el estímulo físico fue la clave para resolver el problema. Aquí nos referimos a la motivación física como al incentivo que resulta de tocar o hacer contacto físico con algo o alguien.

Los médicos reconocen que muchos ancianos visitan los hospitales por diversos problemas de salud, pero que en el fondo lo que necesitan es contacto con otras personas, que los toquen, les pregunten cómo están, los atiendan y les muestren cariño de otras maneras. Muchos ancianos también van a la tienda de la esquina no porque necesiten el producto que compran, sino por hablar con alguien e intercambiar algunas emociones. Los médicos también reconocen que algunas personas recuperan su salud cuando les dan un placebo en vez de medicina, por el efecto emocional positivo que les causa. De modo que la motivación por contacto físico es fundamental para las relaciones humanas, ya sea un apretón de manos, un abrazo, una palmadita en la espalda, un beso o tomarse de las manos.

Por otro lado, aunque el ejemplo del rescatista es interesante para ilustrar la importancia de un estímulo físico, la motivación física que impulsa a la acción va más allá de simplemente el contacto físico. ¿Acaso el que el corazón de alguien vuelva a latir hará que mejore su actitud o sienta más amor por la vida? Depende, porque si lo que deseaba era ahogarse (suicidarse), tal vez aprecie poco todo el esfuerzo que significó impedirle llevar a cabo su intención y vuelva a intentarlo en el futuro.

Cuando me refiero al estímulo físico en este contexto estoy hablando de un contacto que resulta en mover a la persona en cierta dirección u objetivo. Por ejemplo, aunque a algunos incautos les parezca exagerado, cuando una persona se enamora, un roce de la mano de la persona amada podría encender la chispa que desencadene en su interior una crema batida de hormonas que la haga descollar de entusiasmo, ponerse en acción y hacer y decir toda clase de sandeces. Ciertos estudios descritos en el libro 'La química del amor' demostraron que las hormonas que segrega el cuerpo de un paracaidista antes de saltar de un avión son las mismas que produce el de una persona cuando se enamorada y se enciende la llama del deseo.

También es un hecho documentado y reconocido entre los especialistas que los recién nacidos necesitan que se les acaricie para sobrevivir emocionalmente, aunque eso no necesariamente los impulse conscientemente para alcanzar una meta u objetivo. En cambio, un adulto podría reaccionar violentamente si alguien le da una bofetada. El contacto físico puede manifestarse de muchas maneras y producir diferentes reacciones.

Un abrazo fraterno puede ser más que suficiente para simbolizar o estrechar los lazos de amistad entre dos amigos que se ven al cabo de diez años. En cambio, podría chocarle a un desconocido. Igualmente, aunque una amiga podría aceptar un beso en la mejilla, a una extraña o una amiga que fuera obsesivo compulsiva podría afectarle negativamente. Hay gente que detesta ser tocada.

Un apretón de manos, una palmada en la espalda, poner una mano en el hombro, acariciar el rostro o la cabeza, rozar la piel, poner una inyección, pellizcar, golpear y otras maneras de hacer contacto físico pueden resultar estimulantes o detestables dependiendo de muchos factores. De modo que cuando hablamos de motivarnos o motivar a otros mediante un contacto físico, ten en cuenta a la persona y cuándo, cuánto, dónde, cómo, por qué y para qué lo haces, para que tu estímulo sea bien recibido y nunca malinterpretado.

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Siendo la motivación un incentivo que nos mueve a actuar, puede ser activada desde cualquiera de las fuentes arriba indicadas. Por ejemplo, en muchos lugares del mundo los niños esperan con ansiedad el día del cumpleaños o de la Navidad porque se les ha condicionado a esperar un regalo en aquellos días. Es común oír decir a los padres: "Si sacas buenas calificaciones (o te portas bien o dejas de fastidiar), te compraré una bicicleta en Navidad (o en tu cumpleaños)". Privarlos del regalo en esos días, o darles un regalo que está por debajo de sus expectativas, los deprime y enferma de ansiedad.

Por otro lado, si un niño recibe regalos en cualquier momento del año reaccionará de otra manera. Si sus padres le explican que les será difícil regalarle algo en cierta ocasión, pueden comprenderlo o esperar con calma que lo hagan en otra ocasión.

Unas personas son más sensibles que otras al estímulo material. Mientras que unas podrían prescindir casi por completo de un regalo y continuar con su vida normalmente, otras se ofenderían profundamente y entrarían en crisis si nadie les da uno, como a veces sucede con los niños caprichosos. ¿Cuán grande o cuán costoso sería el estímulo material que necesitaran para calmar su ego? Esa es la ansiedad que sufren los que se dejan manipular por tales personas. Ten presente que los regalos rara vez alcanzan las expectativas de esta clase de receptores.

Por eso, como en el caso de los estímulos físicos, cuando hablamos de motivación por estímulo material, estamos hablando de obsequios capaces de sintonizar con el receptor. Los seres humanos somos susceptibles a diferentes clases de regalo.

"La manera de dar vale más que lo que se da"

Esta frase de Peter Corneille, del siglo XV, ha perdurado hasta nuestros días porque encierra una verdad sublime. Sin importar cuán grande o pequeño sea el regalo, el receptor lo evaluará con su corazón. Lo que le importa es la intención con que se lo das o el sentimiento que simboliza.

Después de un desacuerdo que terminó por incomunicarnos por un breve tiempo, mi esposa escribió de puño y letra y colgó una pequeña nota sobre mi lado de la cama, que decía: "A pesar de la incompatibilidad, te quiero mucho". Un gesto que siempre aprecié, más que muchos regalos. Me recordaba que la incompatibilidad es irrelevante cuando se ama de verdad. Porque la humanidad es imperfecta. Lo importante es buscar la armonía en los desacuerdos y ser lo suficientemente flexibles y adaptables como para ceder posiciones cuando la meta es ser felices.

Por eso, cuando me refiero a un estímulo material en este contexto, estoy hablando de un regalo que resulte en mover a la otra persona en una dirección específica. Por ejemplo, si tu actitud es hipócrita, tu regalo terminará en un basurero. De ninguna manera moverá a la persona en dirección alguna, aparte de la mencionada.

Los niños necesitan regalos, los adultos también. La diferencia está en que un niño es inocente y puede recibir cualquier cosa con humildad; la mayoría de los adultos miden las cosas con una vara exigente que rara vez colma su medida. Por ejemplo, ¿crees que la gente verá con buenos ojos que regales muchas cosas a la pareja de otra persona, o que sobornes a tus nietos para que te quieran y obedezcan a ti más que a sus padres? ¿Crees que tus empleados te apreciarán más solo por tirarles unas monedas para que se reúnan y cenen a fin de año entre ellos? De hecho, te apreciarán más por cenar con ellos y decirles unas palabras de encomio por el esfuerzo y la ayuda que te prestan para sacar adelante tu empresa.

Por lo tanto, al pensar en regalar algo a otra persona, piensa también en ti: 1) ¿Cuándo es la última vez que compraste algo para ti, 2) cuán flexible eres para aceptar un regalo o gesto amable sin importar su tamaño o costo, simplemente por la intención de la(s) otra(s) persona(s), y 3) va tu corazón en tus regalos?





Motivación por estímulo intelectual

Siendo la motivación un incentivo que nos mueve a actuar, puede ser activada desde cualquiera de las fuentes arriba indicadas. Por ejemplo, se ensalza a la institución de la universidad como el lugar donde bullen todos los conocimientos, y se condiciona a los jóvenes a creer que 'si quieren ser algo en la vida' tienen que graduarse con honores en una carrera universitaria. ¿El resultado? Ansiedad sobre ansiedad hasta alcanzar el objetivo de satisfacer a los demás.

De cierto país latinoamericano se dice que tiene los taxistas más cultos del mundo: abogados, economistas, administradores, ingenieros, periodistas y de otras especialidades, que se cansaron de presentar solicitudes de empleo en la mar de empresas que ni siquiera les contestaron, tampoco les explicaron por qué los rechazaron, de modo que pudieran mejorar para calificar en el futuro.

Entonces ¿por qué estudia la gente, ya sea en la universidad o en otra parte? En realidad, todos tienen una meta diferente. Lo que resalta es que adquirir conocimiento es necesario, ya sea que uno haga taxi o asuma el poder de una prestigiosa empresa. El Dr. Wayne D. Dyer tiene una explicación interesante, matizada con una ilustración oriental que alguna vez escuchó.

Cuentan de un joven que solicita TRABAJO en una obra de construcción. El capataz, un hombre conocido por su rudeza, le contesta: "¿Quieres trabajar? Mmm, rueda esa enorme piedra de aquí para allá. Eso te mantendrá ocupado", y se fue. El joven va e insiste explicándole que lo que realmente quiere es DINERO. Entonces, el capataz saca un billete del bolsillo y le dice: "Toma, acarícialo, huélelo y me lo devuelves". A lo que el muchacho insiste explicándole que lo que realmente quiere es COMPRAR COMIDA. A esto el capataz le da la orden: "¿Ves esa tienda, en esa calle? Si quieres es comprar comida, anda, cómprame un emparedado y me traes el cambio".  La comida era para el capataz. Entonces, ante la frustración del muchacho, le dijo: "Dijiste que querías trabajar y te di trabajo; dijiste que querías dinero y te di dinero; dijiste que querías comprar comida y compraste comida. pero nada te satisface. ¿Realmente sabes lo que quieres?".

El Dr. Dyer explica que le costó mucho esfuerzo comprender la moraleja. ¿Realmente buscaba trabajo aquel muchacho? ¿Realmente quería dinero? ¿Realmente quería comprar comida? Si así hubiese sido, se hubiera satisfecho con lo que le daban, pero de ninguna manera le bastó. Entonces, "¿qué era lo que realmente quería?", pregunta Dyer. Lo que quería era la paz y seguridad de sentir que alguien o algo se hiciera cargo de su vida, que alguien lo sostuviera.

Como en el caso de otra clase de estímulo, cuando hablamos de motivación por estímulo intelectual, estamos hablando de excitar los pensamientos y razonamientos para que las personas sientan que aprenden algo nuevo, para ayudarles a tomar mejores decisiones y disfrutar de un mejor modo de vivir. Muchas personas viven estancadas porque se han acostumbrado a pensar en función de que otros se hagan cargo de su vida, cuando en realidad pueden hacerse cargo por sí mismas. ¡No se dan cuenta de que tienen todos los recursos ahora mismo!

Estoy seguro de que Colón tuvo mucho menos recursos que muchos taxistas de nuestro tiempo. Cartógrafo profesional instruido en la universidad, Colón caminó cientos de kilómetros por caminos áridos de una corte a otra: Portugal, Génova, España, Francia, Inglaterra y nuevamente España, lugares a los que llegaba sucio y sin dinero en el bolsillo. Tenía hijos que mantener. Había enviudado dos veces. Casi nadie le hacía caso, los peritos e intelectuales se burlaban de su proyecto. ¡Hasta que dio en el clavo, sacó adelante su idea y convirtió a España en la nación más rica y poderosa de aquellos tiempos! A pesar de todo, viejo y cansado, exhibía en una de las paredes de la sala de su casa los grilletes con los que un tal Bobadilla lo trajo sujeto a España por orden de la reina. Cuando alguien que lo visitaba le preguntaba: "¿Qué significan esas cadenas?", el genovés contestaba con la voz entrecortada y apuntando con firmeza hacia las cadenas: "¡¡Así pagan a los servidores públicos!!".

Pero con todo, aunque la historia personifica en Colón la victoria sobre la adversidad, enfrentémoslo: Si él hubiera creído que lo hubiese logrado solo, no hubiera tardado en hacerse a la mar en un bote de remos. Colón sabía que para tener probabilidades de ir y volver necesitaba trabajar en equipo, lo que nos demuestra que hasta en esos tiempos, los más inteligentes reconocían que los éxitos no se consiguen solos. Se necesita un trabajo cooperativo, la ayuda de otras personas.

Si lo piensas mejor, te darás cuenta de que la mayoría de aquellos que llegaron a ser famosos por haber logrado algo por sí mismos, en realidad siempre tuvieron el apoyo de alguien que creyó en ellos. No lo hicieron absolutamente solos. El aislamiento nunca fue parte de un proceso que llevó al éxito, a no ser para breves períodos de reflexión profunda. La soledad sirve a un propósito definido que no es generalmente el éxito. El éxito siempre ha sido de todos los que estuvieron envueltos directa o indirectamente en su consecución. ¿Alguien llegó al pico más alto? ¿Y el que hizo el mapa y el equipo que usó? ¿Alguien sobrevivió a un naufragio? ¿Y el barco y los que lo rescataron? ¿Alguien atravesó el desierto? ¿Y el equipo GPS que lo guió en su travesía? ¿No lo fabricó él, verdad?

Por eso, la próxima vez que digas: "No tengo a nadie. Me invade una profunda soledad", piénsalo mejor. ¿No será que estás aislándote por iniciativa propia, olvidándote que hay otros contigo? No pocas veces la soledad resulta de que uno rechace la ayuda de otras personas por creerse autosuficiente. Pero en un mundo en que el ser humano está despertando al hecho de que somos más interdependientes de lo que pensábamos, ¿no es extraño que todavía haya quienes piensen que pueden salir adelante solos, o que no pueden salir adelante porque están solos?

¿Te pareció interesante todo lo que acabas de leer? Eso se llama motivación por estímulo intelectual. Por eso, cuando en este contexto me refiero a un estímulo intelectual, estoy hablando de ideas que resulten en mover a la otra persona en una dirección específica. Por ejemplo, tal vez sentiste el deseo de salir adelante contra viento y marea con algún nuevo proyecto alucinante, como hizo Colón, y hacerte cargo de tu propia vida sin esperar que los demás se hagan cargo de ti. ¿No te hizo pensar?

Por lo tanto, al automotivarte o motivar a otra persona, piensa en explicaciones, razonamientos, puntos de vista, significados, traducciones, ilustraciones y preguntas interesantes y sencillas que enriquezcan, impresionen, conmuevan y deleiten el intelecto, para que tus oyentes sientan que hiciste algo por ellos, que les diste un empujoncito, un aliciente para seguir guerreando.






Siendo la motivación un incentivo que nos mueve a actuar, puede ser activada desde cualquiera de las fuentes arriba indicadas. Por ejemplo, si presionas una tecla equivocada, tu computadora activará automáticamente una ventana con una explicación respecto a la equivocación. En el peor de los casos, dirá: "Error grave. Este programa se da por terminado. El contenido actual se borrará", y se cerrará y esperará que vuelvas a empezar o la desconectes. Así es la computadora. Ni se molesta ni hace escándalo alguno. Simplemente interrumpe el programa y borra todo lo que hiciste.

En cambio, tú sí que puedes montar en cólera, golpearla, maldecirla o reaccionar emocionalmente de otras maneras. La computadora es fiel a su programa y se limita a reaccionar de acuerdo a las teclas que presiones. Lo hace para evitar que cometas más errores y el daño empeore. Es incapaz de causarte daño por medio de permitir que sigas fallando. En otras palabras, se detiene por tu propio bien. Si continuara, todo el trabajo acabaría mal. ¿Quieres eso? En cambio, tú le gritas maldiciones. ¿Es eso justo? De ninguna manera.

Si todas las cosas en el universo tienen una causa y una reacción, podríamos decir que, más que causador, el ser humano es un reaccionador. Todas las cosas las hace porque está reaccionando a alguna clase de estímulo, sobre todo al emocional.

Mi página web de ninguna manera pretende ser un portal de ciencias de la mente ni mucho menos. Solo comparto contigo algunas opiniones respecto a mis observaciones. Además, me parece absolutamente innecesario que los que deseen sembrar una flor en su jardín deban seguir la carrera de biología, que alguien que quiera montar bicicleta deba estudiar física o seguir la carrera de ingeniería, que los niños que quieran nadar en la piscina del club deban tomar cursos de natación, o que las mujeres que deseen cambiarse el color del cabello deban estudiar corte y confección.

Últimamente se han revisado muchas teorías que hasta hace poco se consideraban como 'la santa palabra'. Estudiosos que en el pasado descubrieron nuevas maneras de entender a la humanidad, publican teorías que desbaratan las anteriores causando reacciones encontradas. Una de esas reacciones se debe a que algunos son tan orgullosos que detestan que alguien se atreva a decirles que estuvieron equivocados, que todo el tiempo estuvieron equivocados. Por supuesto que te habrás preguntado: "¡Corte y confección?", pensando que me equivoqué al terminar el párrafo anterior. En realidad solo quise mostrarte cómo una simple equivocación puede causar un impacto emocional.

Se supone que los especialistas de todos los campos son los que le dicen al resto del mundo lo que es correcto o incorrecto, aceptable e inaceptable, y cuando alguien pone hechos diferentes frente a sus narices, por orgullo se resisten y muerden como cocodrilos. Finalmente, acaban cediendo ante el peso de la creciente nube de colegas razonables que los aceptan de buena gana y que brindan su apoyo para que nuevos descubrimientos salgan a luz más rápido.

Bandler y Grinder, con su 'proyección neurolingüística', y Daniel Goleman, con su 'inteligencia emocional' son algunos de los promotores de nuevas formas de ayudar a las personas a ayudarse a sí mismas. Hace pocos años años se hablaba mucho de Eric Berne y el 'análisis transaccional' y Maxwell Maltz y su 'psicocibernética', y se tildaba su estímulo como 'terapia de bolsillo'. Con todo, lo importante es que hicieron grandes esfuerzos por ayudar a las personas a entenderse un poco más a sí mismas sin la necesidad de seguir una carrera universitaria. Cuando Ingrid Betancourt fue rescatada después de casi siete años de secuestro en Colombia, dijo que el factor que más la ayudó a mantener en alto su ánimo a pesar de todas las presiones por las que pasó fue mantener en el corazón la imagen y el recuerdo de sus hijos. 

En cierta ocasión pregunté a un especialista en salud mental por qué escogió su carrera, y su respuesta me dejó anonadado: "Para entenderme a mí mismo". En otras palabras, su vocación de servicio fue todo menos la razón para convertirse.

Los impactos emocionales te hacen reaccionar emocionalmente cuando sonríes, ríes o lloras, cuando montas en cólera o te desesperas, cuando te invade alguna clase de preocupación o de otras maneras se enciende una llama en tu interior. Por ejemplo, terminé el párrafo anterior diciendo 'para convertirse a su secta', en vez de decir 'para convertirse en loquero'. ¿Cómo crees que reacciona ante esas expresiones un especialista en salud mental? ¿Supones que seguirá leyendo esta página imperturbablemente?

Por eso, cada vez que alguien reaccione de manera emocionalmente destructiva, deténte y piensa en lo que dijiste o hiciste, porque el ser humano es un reaccionador. Recuerda que cuando alguien se pone a la defensiva es porque cree (supone, imagina, sospecha, presume, infiere, entrevé, conjetura, prejuzga) que se le está atacando. Un esposo que dice "mi esposa me arañó y abofeteó" arroja luz sobre sí mismo en cuanto a su propio trato hacia ella (nadie abofetea ni araña a nadie sin un motivo). Si la esposa lo abofeteó, fue porque él la provocó con su actitud. Acción y reacción.

Las personas abrigan muchos temores, fobias, obsesiones, calamidades, ataques de pánico, y pierden el control, se desesperan o deprimen, arrojan objetos y hacen otras cosas semejantes hasta que algo o alguien las ayuda a volver en sí y darse cuenta de que solo estaban reaccionando emocionalmente. ¿Por qué crees que algunos necesitan que les pongan una camisa de fuerza? ¿Para que cesen de golpear? ¡Es porque amarrados solo pueden hacer una cosa: Pensar y calmarse!

¿Desperté algunas emociones en tu interior con todo lo dicho arriba? Eso es motivación por estímulo emocional. Cuando me refiero a un estímulo emocional en este contexto, me refiero a ideas que provocan sentimientos y mueven a la otra persona en una dirección específica, hablarle, como sugería Carnegie, de corazón a corazón. ¿En algún momento sentiste el deseo de enviarme un mail para decirme en qué estoy muy equivocado, o que lo que dije te hizo sentir mejor?

Las reacciones destructivas te hacen perder el tiempo y entrar en discusiones enredadas e interminables. Por tanto, al pensar en motivar a otra persona, háblale de cosas que la conmuevan profundamente, para que se sacuda interiormente y reaccione constructivamente. Igualmente, si quieres automotivarte.






El temor tiene el poder de nublar y hasta paralizar la capacidad mental.

La ansiedad, la furia, la autocompasión, la desesperanza, la desesperación, la depresión o la impotencia, por mencionar solo algunos sentimientos, entorpecen tu concentración, aplastan otros pensamientos y sabotean cualquier esfuerzo de tu parte por prestar atención, asimilar cierta información o administrarla eficazmente, porque las perturbaciones emocionales afectan la eficacia de la memoria activa, es decir, la capacidad de retener mentalmente cualquier información relacionada con la tarea que uno realiza.

Para ayudarte a recuperar el equilibrio y la ecuanimidad en medio de la excitación fisiológica que te aflige, necesitas lo que se conoce como una estrategia para la autorregulación emocional, es decir, canalizar tu energía de modo que veas la realidad perturbadora a la luz de sentimientos positivos que te permitan un estado de reposo.

Una característica de las personas represoras, también conocidos como "serenas" o "imperturbables", es que parecen reaccionar siempre con frialdad y tranquilidad ante cualquier tipo de coacción. Entre otras cosas, Daniel Weinberger, especialista en salud mental, explica que una de cada seis personas puede hacerlo. ¿Cómo lo hacen?

Por ejemplo:

- Como estrategia para sobrevivir emocionalmente ante problemas familiares que sus figuras de autoridad o responsables se niegan a reconocer o resolver.

- Por imitar a papá o mamá, o a ambos, cuyo comportamiento siempre es alegre, o porque generalmente reaccionan de manera rígida ante sentimientos perturbadores. Ante una manipulación egoísta, se ponen "en positivo" y reaccionan constructivamente, poniendo las cosas en su debido lugar.

- Por herencia genética. Según palabras del Dr. Daniel Goleman, "la imperturbabilidad es una especie de rechazo optimista, una disociación positiva y, probablemente, una clave para los mecanismos nerviosos que intervienen en los más severos estados disociativos que pueden tener lugar, como, por ejemplo, en un trastorno postraumático. Prefiero la teoría de que es una especie de estrategia de supervivencia en un mundo peligroso".

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Una manera de superar el temor

Cuando una joven me preguntó cómo podía superar su temor de presentarse a una entrevista de trabajo, le pregunté si el temor estaba fuera de ella o dentro de ella. A lo cual respondió que estaba dentro. Luego le pregunté: "Entonces, ¿hay que vencerlo desde fuera hacia dentro, o desde dentro hacia fuera?", y ella razonó que tenía que comenzar por dentro. Luego le expliqué que si bien es cierto que hay que empezar por dentro, para hacerlo necesitaba introducir cierta información que la fortaleciera de dos maneras: Primero para entender su temor, y segundo, para decidirse a actuar.

El hecho de entender que el temor está dentro facilita mucho la tarea de vencerlo, aunque lo importante es pensar en términos de ganar confianza más que en términos de perder temor. Y, ¿cómo se gana confianza? Practicando el comportamiento deseado.

Aunque un buen arquero sabe tapar goles, ¿cómo es que llega a ser un gran arquero? ¡Practicando! Aunque un músico sepa tocar piano, ¿cómo es que se convierte en un gran concertista? ¡Practicando! Aunque un matemático sepa todas las fórmulas, ¿cómo es que llega a ser un experto? ¡Practicando! Y aunque un hombre sea valiente, ¿cómo es que llega a serlo? ¡Practicando!

La práctica hace la experiencia, y eso también aplica al campo del desarrollo de la personalidad. Para superar nuestros temores, practicamos los comportamientos que nos inquietan. Por ejemplo, si coges una pelota de basket y comienzas a lanzarla al aro una y otra vez durante un largo período, terminarás incrementando tu habilidad para encestar. Durante el primer día de práctica tal vez dediques una hora y encestes un par de veces. Al segundo día seguramente encestarás más de un par de veces. Es lógico concluir de que a medida que te esfuerzas, aumentará tu rendimiento. Por ejemplo, si al día siguiente encestas ocho veces en una hora, significa que tu promedio es dos canastas cada 15 minutos. ¡Mejoraste con respecto al día anterior que fue cada 30 minutos!

Lo mismo sucede con una entrevista de trabajo y con cualquier otra actividad de la vida que revista alguna importancia para ti. ¿Acaso has asistido a 10 entrevistas diarias alguna vez en tu vida? Pocas personas harían eso, sobre todo si nunca han ido a una. La mayoría novata ignora cómo es una entrevista, cómo te mirarán y qué te preguntarán. Y aunque es verdad que puedes comprarte manuales y libros para saber qué te recomiendan los expertos en imagen, tarde o temprano tendrás que pararte frente a una persona que te entreviste, y responderle. Si nunca practicaste, ¿cómo sentirás el valor suficiente como para comparecer y triunfar?
La clave está en la práctica. Hablo de practicar de verdad y de mentira. Por ejemplo, la práctica de mentira es aquella que puedes efectuar en tu casa, saliendo por una puerta y entrando vez tras vez, como si estuvieras en una oficina. Entras, saludas, tomas asiento y simulas una entrevista de trabajo cambiando de asiento a medida que interpretas los papeles de ambos, de entrevistador y entrevistado. Y la práctica de verdad es aquella que efectúas en verdad, yendo a una entrevista real.

¿Cómo? ¿Acaso se supone que irás a una entrevista si nunca has ido a una? ¡Exacto! Me refiero a asistir a entrevistas reales solamente para practicar y entrar en calor. Por ejemplo, si sientes demasiada tensión de solo pensar que irás a una entrevista en un banco (muchos piensan en un banco hay gente importante), haz lo siguiente: abre un periódico y busca otra clase de empresas, algunas que tengan poca importancia para ti, es decir, que estén fuera de tus planes, y prepara una lista de los horarios y requisitos para asistir a dichas entrevistas. En realidad, tu propósito será 1) saber cómo es el ambiente en los alrededores; 2) saber cómo es el ambiente por dentro, en la sala de espera; 3) saber cómo es el ambiente en la oficina donde se llevará a cabo la entrevista; y 4) saber cómo te vas a sentir antes, durante y después de la entrevista. Aunque estas empresas y entrevistas están fuera de tu objetivo, te servirán para practicar entrevistas reales.

Después de haber practicado una buena cantidad de veces, prepara una lista de financieras, compañías de seguros y cajas de ahorro, y sigue en cada visita los 4 pasos sugeridos en el párrafo anterior hasta acumular muchas razones para sentirte como pez en el agua. Finalmente, prepara una lista de bancos y preséntate a todos, menos al que realmente estás apuntando. Deja ese para el final.

Resultados:

1. Sales de la duda y aprendes cómo son realmente las entrevistas para buscar empleo
2. Aunque una empresa te rechace, podría llamarte en el futuro, cuando surja la vacante
3. Durante la fila forzosamente tendrás cierto roce social que te ayudará a desenvolverte
4. Durante la fila tal vez hagas amigos que te recomienden en el futuro a otras empresas
5. Acumularás el valor que necesitas para enfrentar cualquier tipo de entrevista en el futuro
6. Una de las muchas empresas que visites te agradará tanto que desearás quedarte en ella
7. Tu entrevistador tal vez vea en ti justo a la persona que estaba buscando

¡Sí! Mientras la frustrada mayoría espera en línea con los brazos cruzados, tú sácale el jugo a la entrevista, porque tu secreto es que estás allí solo para practicar. Tu confianza puede llegar a crecer tanto que irradies una personalidad firme y entusiasta. Además, en el ínterin, habrás acumulado tal experiencia que podrás aplicar tus nuevas cualidades a otros campos.

Subproductos de tu nueva confianza son, por ejemplo, que, aparte de conseguir un empleo que te agrade, tal vez te animes a practicar un deporte que antes te asustaba, viajar en avión, ir de safari, casarte o qué sé yo. Lo importante es que ganes el valor que necesitas.

Así fue como cierta joven que quería trabajar en un banco comenzó sus prácticas y fue contratada por una importante compañía en menos tiempo de lo que había imaginado, ¡nada menos que en la primera entrevista! Y quedó pasmada cuando después de algún tiempo de estar trabajando, uno de los que la examinaron le dijo: "Desde el primer momento que te vimos, descartamos a todas las demás postulantes. Sabíamos que eras justo la persona para el puesto. Se te veía muy segura de tu misma".

¡Aunque recordó que aquel día se moría de pánico, esta persona le estaba diciendo que se le veía muy segura! ¿cómo pudo suceder? Había practicado tanto que fue suficiente para causar una excelente impresión en la primera oportunidad. ¿Y el banco? Dejó de parecerle la única opción en la vida, porque en aquella compañía conoció a muchas personas interesantes. En su tiempo libre reforzó su capacitación en campos afines, ganándose la admiración y el respeto de sus jefes, y se dio cuenta de que eso era lo que en el fondo siempre había querido.

Por eso, nunca desestimes la fuerza de ponerte en positivo. En vez de pensar en función de perder miedo, piensa en función de ganar valor, entonces el valor vendrá a tu vida y nunca te abandonará.






Tres sugerencias para ganar confianza

A continuación comentaré tres sugerencias para superar el temor y ganar confianza, inspiradas en comentarios de Kerry L. Johnson, instructor de vendedores y consultor de varias de las empresas de Fortune:

1. Conoce a una nueva persona cada día durante una semana por medio de tomar la iniciativa y presentarte. Por ejemplo, ve a la tienda del barrio y, al ingresar una señora, mírala y dile con alegría: "Disculpe, su rostro me es familiar. ¿Es usted tía de Betty?". Cuando te mire extrañada (porque en realidad nunca antes la viste), añade: "Perdón, creo que me equivoqué. Usted se parece tanto. ¡Qué vergüenza, le ruego que me disculpe". Si se muestra poco amable, deja el asunto ahí nomás. Y si dice algo así como: "A cualquiera le pasa". Añade inmediatamente: "Sí, solo que es muy desagradable equivocarse. ¿Confundió alguna vez a una persona con otra?". Si dice: "¡Por supuesto!", agrega: "¡Oh, discúlpeme, qué descortesía la mía! Mi nombre es Lucía. Bueno, mucho gusto, señora, y nuevamente, disculpe la molestia. ¡hasta pronto!". ¡Así se ejercita la confianza!

No estoy diciendo que entres a Internet y chatees con extraños, sino animándote a saludar a las personas de manera natural en las situaciones cotidianas. Los tiempos han cambiado mucho. Ya no es como antes. Está ampliamente demostrado que hablar con extraños por Internet no es recomendable. Pero en la vida diaria, ante la vista de todos, no tienes por qué mostrarte hostil ni distante con las personas si no te han dado ninguna base para desconfiar. Para conocer a las personas, es mejor hacerlo cuando uno está rodeado de otras personas. No es prudente hacerlo en lugares aislados ni solitarios, tampoco de una manera que no puedas tratar con ellas en persona y en situaciones normales. Además, el saludar a alguien de manera casual, como en el ejercicio mencionado no te compromete a entablar una amistad. De hecho, solo se supone que es un ejercicio para cultivar confianza. No es una tarea consistente en formar compromiso alguno.

2. Consigue que alguien conteste "sí" tres veces seguidas en el curso de una conversación cada día durante una semana. Por ejemplo, si alguien habla de pasteles, diciendo: "¡Me encantan los pasteles con crema!", sigue, más o menos, esta secuencia:

- ¿Te gustan?
- Sí.
- Siempre te han gustado?
- Sí.
- ¿Te puedo hacer una pregunta?
- Sí.
- ¿Cuál es el que más te gusta?

3. Lleva la contraria (solo como un ejercicio para efectos de este asunto) a por lo menos una persona cada día. Por ejemplo, si alguien te habla de fútbol, dile que aunque el fútbol es un deporte popular, parece un deporte violento. El propósito es que te lleve la contraria, solo para practicar el arte de negociar. Por ejemplo, un amigo te dice: "El domingo habrá partido".

- ¿Qué partido?
- El clásico.
- ¿Desde cuándo te gusta el fútbol?
- Uf! Desde niño, blablabla, blablabla.
- A muchos les parece que el fútbol es un deporte violento.
- ¿Violento? De ninguna manera. ¡Es fascinante! (Rechazó tu idea)
- Dime, ¿qué es una tarjeta amarilla?
- Una tarjeta amarilla es blablabla, blablabla, blablabla.- ¿Y una tarjeta roja?
- Una tarjeta roja es blablabla, blablabla, blablabla.
- Y ¿cuántas tarjetas amarillas y rojas hay como promedio en un partido?- Blablabla, blablabla, blablabla.
- Entonces, ¿serías tan hidalgo de reconocer que por lo menos hay cierto grado de violencia?
- Bueno, de haber, la hay, aunque blablabla, blablabla, blablabla. (Vendiste la idea).

Si una persona flaca engorda, deja de estar flaca. Igualmente, si una persona que está temerosa gana confianza, deja de estar temerosa. Practicando un desenvolvimiento eficaz podrás alcanzar cualquier nivel o grado en tu sensación de valor y seguridad personal.





Motivación por estímulo espiritual

En mi opinión todas las motivaciones vienen o van hacia algún punto cardinal de la naturaleza humana: o son físicas, materiales, intelectuales, emocionales o espirituales. Siendo la motivación un incentivo que nos mueve a actuar, puede ser activada desde cualquiera de las fuentes arriba indicadas. Por ejemplo, durante milenios la humanidad ha reconocido su necesidad y deseo espiritual procurando satisfacerlos de la mejor manera como se le ocurrió.

Las inclinaciones espirituales innatas han afectado la vida de la gente de alguna manera en casi toda cultura. Por eso la Declaración Universal de Derechos Humanos, adoptada por las Naciones Unidas en 1948, defendió la 'libertad de pensamiento, conciencia y religión'. De hecho, los estímulos espirituales son tan delicados que muchas personas dicen que preferirían hablar de cualquier cosa menos de política y religión. ¿Qué razones pudiera haber? Es un campo filosófico muy confuso. Para muchos, la espiritualidad se ha reducido a un rito que consiste en agachar la cabeza, pedir disculpas en su corazón y continuar con lo suyo... Algo muy personal.

Como todo en el universo tiene causa y reacción, el ser humano es básicamente un reaccionador, campo espiritual incluido. La enseñanza espiritual de un orador influye en la motivación de sus creyentes hasta el punto de que la conducta de dichos creyentes se convierte en un reflejo de su enseñanza (PENSAMIENTOS + ACTOS = CONSECUENCIAS). La conducta de la mayoría de los fieles se convierte así en una reacción global, y dicha reacción, en un respaldo de la doctrina. Entonces podemos examinarla pragmáticamente, es decir, a la luz de los efectos que produce en la vida de los que practican dicha doctrina.

¿Hasta qué punto piensas que puede llevar a las personas una motivación religiosa? Aunque te parezca increíble, las guerras por motivos religiosos siempre han tendido a ser más cruentas, feroces y duraderas que las demás, porque cuando dos bandos o personas han peleado motivados por ganar territorio u obtener ventajas económicas, lo han hecho solo hasta el punto en el que, según la relación costo/beneficio, la inversión deja de valer la pena. Uno de los bandos cede. Pero cuando la motivación es religiosa, es decir, cuando es un asunto de diferencias en cuanto a moralidad y valores, ninguno de los bandos parece estar dispuesto a transigir o reconciliarse. Ninguno cede. Se sabe que en ocasiones, algunos han preferido suicidarse que rendirse o llegar a un acuerdo. Lo dicho coincide con la opinión de Roger Shinn, profesor de ética social de la Union Theological Seminary, de New York.

No que la motivación religiosa en sí lleve a la guerra. Lo que queremos decir es que su poder es tan fuerte que puede producir resultados tremendos, ya sea en sentido positivo o negativo. Lamentablemente, el negativo es el que más preocupa, porque podría arrastrarnos a favor de la corriente hasta una catarata de problemas. En sentido positivo, se esperaría lo contrario: Paz y armonía perfectas. No sé a quién se le ocurrió el concepto de caos en el universo, porque hasta donde tengo entendido, todos los sistemas moleculares y energéticos reflejan un orden increíble. Los estímulos espirituales deberían armonizar con el orden universal y producir lo contrario del caos.

Bueno, no podemos cambiar el mundo. Seamos más objetivos y locales y pensemos en nosotros. Al margen de si creemos en una religión o seamos ateos, preguntémonos: "¿Cómo sé si tengo inclinación espiritual? Respuesta: Uno refleja inclinación espiritual cuando le interesan cosas que a los animales inferiores no. Por ejemplo, cuando se pregunta: "¿Quiénes somos? ¿De dónde vinimos? ¿Qué hacemos aquí? ¿A dónde vamos? ¿Quién vino primero, el huevo o la gallina?". Cuando uno se hace esas preguntas está buscando un incentivo espiritual, porque busca respuestas que van más allá de una mera motivación emocional. ¡Está sondeando sus orígenes más remotos, una reconexión con la causa de todo! Los delfines no se preguntan de dónde vinieron. Se ha dicho que lo único que diferencia al ser humano de los demás seres vivos es el entendimiento y control del fuego. Pero la espiritualidad es otra diferencia significativa.

Por eso, evita confundir la motivación emocional con la motivación espiritual. Porque no son lo mismo. La motivación emocional tiene el propósito de despertar emociones que alegren o entristezcan, que te hagan sentir bien o mal. Por ejemplo, si vas a una reunión de amigos donde todos cantan, saltan, bailan, ríen a carcajadas y gritan al ritmo de canciones que les mueven el corazón, estás ante un estímulo emocional; o si llegas a casa y alguien te habla de manera que te sientes culpable, estás ante un clavo emocional hincado en tu corazón. En cambio, la motivación espiritual tiene el propósito de iniciar, mantener, profundizar o enriquecer tu relación con el Creador, lo cual se consigue con información que te ayuda a entender dicha relación. Muchos están de acuerdo en que un ambiente espiritual generalmente se caracteriza en todo sentido por su tranquilidad y apacibilidad, porque solo así se puede inducir, promover y facilitar la reflexión y el entendimiento, con palabras y hechos afectuosos. Cierta definición indica que la semilla del equilibrio divino se siembra en un ambiente tranquilo para los que buscan la paz del espíritu. Los ruidos ensordecedores no fomentan esa tranquilidad, ¿verdad?

Una persona con inclinación espiritual aprecia los mensajes que percibe tácitamente mediante la observación cuidadosa de la naturaleza, o explícitamente, mediante una comunicación espiritual profunda con quien la diseñó, lo que consecuentemente se traduciría en una conducta que reflejara los sentimientos de tranquilidad y autocontrol propios de una persona espiritual, la cual asimismo desbordaría del intenso deseo de compartir lo que ha aprendido. No reaccionaría egoístamente guardándose todo para sí, y mucho menos bloquearía la espiritualidad de ninguna persona siendo cruel o haciéndole daño intencionalmente, especialmente a los niños.

Siendo que la motivación espiritual se relaciona con los valores más elevados, un aspecto de la motivación espiritual es la motivación por hacer lo que es correcto. Cuando la persona hace lo que es correcto, se siente satisfecha y realizada y deriva un fuerte estímulo por los resultados. Por eso, uno de sus incentivos más poderosos es hacer siempre lo que es correcto. No teme que la critiquen por actuar rectamente ni por mantenerse firme en su convicción de proceder bien. Sin embargo, es vital que sus valores realmente sean espirituales y elevados, porque, de lo contrario, le servirían tanto como una falsa brújula. No le proveerían un resultado gratificante. Por otro lado, ten en cuenta que no es lo mismo "hacer lo correcto" y "hacer lo que uno cree que es correcto". Porque muchas personas suelen decir "estoy seguro de que", o "yo creo que", cuando en realidad solo están suponiendo, especulando, malinterpretando o imaginando algo.

Por ejemplo, Amelia Earhart lleg
ó a ser famosa por ser la primera mujer piloto que cruzó sola el Océano Atlántico, y por otras proezas sobresalientes en el campo de la aviación. Pero no dominaba el Código Morse ni la radiocomunicación. Sin embargo, con tal de saber que estaba haciendo lo que para ella era correcto, no le importaba 'el qué dirán' acerca de su eficiencia. Hacer lo que era correcto la motivaba, y eso le bastaba. Además, ninguna de sus proezas anteriores había dependido de dominar el Código Morse o la radiocomunicación. Su vuelo final fue un intento de dar la vuelta al mundo siguiendo la línea ecuatorial. Era 1937. De repente, en cierto momento en que se le terminaba el combustible, rodeada de nubes espesas, trató de comunicarse. La escuchaban claramente y le daban instrucciones, pero por no saber definir apropiadamente la frecuencia de la radio del avión, no escuchó ninguna de las respuestas que necesitaba. Nunca hallaron sus restos. Por eso, recuerda que aunque los resultados de "hacer lo que uno cree que es correcto" pudiera considerarse un magnífico incentivo, no es lo mismo que "hacer lo correcto". Tienes que asegurarte de que realmente sea lo correcto. Así, aunque otros consideraran que fracasaste, sabrías que hiciste lo correcto, es decir, que no confiaste en una idea equivocada.


Muchos seres humanos que pasaron por experiencias especialmente dolorosas en sentido físico o emocional confesaron sentir una tendencia innata hacia la espiritualidad que les sirvió de apoyo. Por ejemplo, cuando Ingrid Betancourt fue liberada al cabo de casi siete años de cautiverio en las montañas, le preguntaron: "¿De dónde sacó sus fuerzas?", y ella sencillamente respondió: "Dios fue quien me mantuvo viva". Por otro lado, aunque muchos ateos no cuentan con tal clase de estímulo, algunos sin embargo han declarado que modificaron tal postura cuando sintieron en su interior una mecha humeante de espiritualidad. ¿Y cómo lograron adquirir tal sentimiento? Algunos han dicho que tomando conciencia de aspectos que, según opinan, nunca habían tomado en cuenta, es decir, adquiriendo conocimiento, discernimiento, perspicacia, disciplina y otras cualidades interiores que despertaron su meditación y reflexión en asuntos en los que antes no se habían detenido a pensar. No me refiero a una toma de conciencia nada más que por hacerse preguntas a sí mismos, sino por hallar respuestas satisfactorias a sus preguntas. El resultado es el mismo: Un estímulo espiritual.


Por otro lado ten presente que existen diferencias entre la espiritualidad y el espiritismo. Esto último tiene sus propias definiciones, claramente redactadas y publicadas por sus cultores en revistas, libros y periódicos especializados, y en algunos sentidos podrían confundirse con la espiritualidad. Y finalmente, ten en cuenta la existencia de la superstición. Hay personas que temblarían con solo oler, gustar, tocar, oír o ver ciertos olores, sabores, objetos, palabras, formas, animales, números, días y colores, cosas que en otros lugares se considerarían normales. Por ejemplo, ¿no es verdad que en ciertos lugares se dice que trae mala suerte algo que en otro lugar es considerado de buena suerte? Paradójicamente, unos temen a los gatos negros, pero otros aman a todos los gatos; unos consideran ciertos números como de mala suerte, mientras que otros, de buena suerte? No me refiero a fobias, compulsiones ni manías, sino a creencias basadas en una tradición familiar o comunal, creencias fuertemente arraigadas en la costumbre local.

Por lo tanto, cuando motives espiritualmente, es decir, cuando respondas o hables acerca de preguntas profundas del auditorio acerca de la vida y la muerte, o su relación con el Creador, recuerda evitar ofender su susceptibilidad innecesariamente. Si debes explicar algo que pudiera ofender, comienza desde un plano que todos entiendan, relacionen y asimilen con facilidad. Busca razonamientos que armonicen con su inclinación espiritual natural, pero sin entrar en detalle. Luego edifica sobre ello a medida que te hagan preguntas pertinentes y bienintencionadas. De otro modo, terminarás discutiendo, peleando o iniciando una guerra 'santa' interminable.





¿Cómo pudo aguantar Colón?

Aguantar hasta el final es la última asignación del vencedor

Cuando falleció su segunda esposa, Cristóbal Colón decidió dedicar todos sus recursos, tiempo y energía a la realización de su obsesión: navegar hacia el oeste y desembarcar al cabo de un par de meses en Las Indias. Su segundo hijo, Diego, era tan solo un niño de muy corta edad. Era alrededor de 1478.

El mérito de su trabajo quedó reflejado en muchas cualidades humanas que resaltaron más que su descubrimiento. Porque cuando abordó La Niña para cruzar el mar, Diego tenía unos catorce años de edad. Todo lo que sucedió entre 1478 y 1492 es un cúmulo de enseñanzas vitales para cualquier persona que quiera hacer realidad un sueño. Por eso,

cuando vez tras vez las cosas te salgan mal,
cuando los desafíos te parezcan insuperables,
cuando alguien se ría de tus sueños, ideas y proyectos,
cuando tus propios errores se amontonen y tu pasado se convierta en un tropiezo,
cuando te sientas víctima del prejuicio de algún envidioso,
cuando alguien te convierta en el foco de un malentendido fugaz,
cuando algún incauto te incomode haciéndote el centro del rechazo general,
cuando sientas que el amor se te va con las nubes y los amigos escaseen en tu soledad,
cuando el insensato saquee tu tesoro llenándose la boca proclamando ser amigo tuyo,
cuando la persona que más te amó destroce de un manotazo tus mejores años,
cuando sientas que tu espíritu se desvanece sin remedio en tu interior,
cuando tu corazón se quede vacío, porque nadie creyó en ti ni en tus ideas,
cuando sientas que llegas al límite de la tolerancia,
cuando pienses que tu vida se apresura prematuramente al fin,
cuando la muerte amenace con cerrar sus barrotes sobre un lecho de enfermedad,
cuando se rajen en mil pedazos tus mejores pronósticos,
cuando sientas que tan solo te queda una gota de agua en el organismo...

...ve y pasea un poco por ahí, aunque tengas que arrastrarte con el mayor de los sufrimientos, y busca un lugar tranquilo desde donde puedas contemplar la inmensidad del océano. Profundiza tus sentimientos y ve si puedes contestar la pregunta: "¿Cómo pudo aguantar Colón?", ¡y sigue adelante, inspírate y ríndete ante la fuerza irresistible de la vida! ¡Porque un amanecer tiene que despertarse para ti y entonces te regocijarás porque habrás descubierto tu propia América!






El prejuicio es un enemigo y un asesino de las relaciones humanas

Prejuzgar es enjuiciar, criticar, calificar o descalificar a alguien sin tener todos los elementos de juicio. Significa sacar conclusiones sin tener la seguridad de que se recabó toda la información necesaria. En pocas palabras, es un error intelectual, un fracaso mental y un acto de presunción.

Es un asesino de las relaciones humanas porque fomenta el odio y el rencor, deteriora los cables que sostienen el precario puente de la comunicación, fecunda huevos de ira que eclosionarán con el tiempo, enfrenta a los hermanos unos contra otros, multiplica los malentendidos, rompe los lazos de hermandad y amistad, crea división, cierra las puertas al diálogo y al progreso, provoca lágrimas de dolor y hasta raja los corazones, produciéndoles infartos incurables.

Por eso, antes de criticar a alguien, asegúrate de que tienes todos los elementos de juicio necesarios para llegar a una conclusión. Y lo más importante, responde honradamente: ¿Alguna vez recibiste capacitación para juzgar? Jamás olvides que, para juzgar, se necesitan jueces calificados en juzgar y experimentados en juzgar, capaces de arribar a conclusiones libres de prejuicio. Un juez descalificado pierde sus atribuciones como tal, lo mismo que alguien que prejuzga a otros o se basa en evidencia discutible.

En otras palabras, nada es verdad solo porque tú lo dices, o porque tus compañeros de estudio, condiscípulos, amigos o parientes te creen. Pon a prueba tus argumentos dejando que otras personas te den su opinión. Somete el asunto a investigación imparcial, coloca tus evidencias sobre la mesa y a vista de quienes de ninguna manera te mostrarán favor por ser tus amigos, y deja el juicio en sus manos. Eso es ser verdaderamente imparcial.


Por ejemplo, un pasaje célebre dice: "¿Por qué miras la paja [que hay] en el ojo de tu hermano, pero no tomas en cuenta la viga [que hay] en tu propio ojo? O, ¿cómo puedes decir a tu hermano: 'Permíteme extraer la paja de tu ojo'; cuando ¡mira!, hay una viga en tu propio ojo? ¡Hipócrita! Primero extrae la viga de tu propio ojo, y entonces verás claramente cómo extraer la paja del ojo de tu hermano". ¿Cómo entender bien este pasaje?

Aunque es cierto que hay personas que critican los errores de otros cuando ellas mismas cometen errores más grandes, podemos deducir algo todavía más profundo si lo analizamos detenidamente. Leámoslo así: "Por qué criticas la decisión o capacidad judicial de tu hermano sin tomar en cuenta que tu propia visión judicial está defectuosa. O, ¿cómo pretendes corregir el juicio o criterio de tu hermano cuando, ¡mira! es evidente que tu propio criterio es inservible. ¡Hipócrita! Primero mejora o corrige tu propio criterio o capacidad de juicio dejando de fijarte en pequeñeces, y entonces entenderás claramente por qué careces de autoridad para juzgar el criterio de tu hermano".

En otras palabras, lo que el autor quiere dar a entender es que la persona que critica severamente la manera como otro ha juzgado un asunto, aunque se trate de algo de poca importancia (una pequeñez semejante a paja), automáticamente se ha descalificado a sí misma como juez, porque un juez verdaderamente justo jamás se fija en nimiedades.





Cómo ayudar a otros a superar sus fobias

Para ayudar a otros a superar sus fobias uno comienza por esforzarse por superar las suyas. Una fobia es una forma de temor arraigado que uno permite que lo controle como si tuviera poder sobre uno, de modo que en vez de hacer lo que uno quisiera, deja que la fobia lo controle.

Citando las recomendaciones de Richard Bandler y John Glinder con referencia a la programación neurolingüística, Kerry L. Johnson, en su éxito de ventas "How to increase your sales by 70% in six weeks" (Cómo lograr la excelencia en ventas), menciona uno de los métodos más sencillos para superar una fobia, el cual envuelve la imaginación. La sugerencia consiste en concentrarse con frecuencia en recuerdos agradables hasta que el cerebro se habitúe a hacerlo y afecte el comportamiento, modificándolo.

Por lo tanto, las palabras claves son: Recuerdos agradables, concentración, frecuencia y hábito. Veamos cómo el entender lo que cada una de estas cosas significa nos ayuda a poner en práctica la sugerencia.


Concentrarte quiere decir aislarte mentalmente de todo por un momento, para volver a sentir un recuerdo agradable, recreándolo en todo detalle, experimentándolo, es decir, viviéndolo otra vez como si ocurriera hoy.


En este caso, recordar es repasar con la memoria algo agradable que sucedió en tu vida. Deténte por un momento y revisa tu lista de recuerdos, uno tras otro, y quédate con uno bonito que alguna vez te reportó una profunda satisfacción o placer (el día que te regalaron una bicicleta, el día que aprendiste a manejar automóvil, el día que fuiste de pesca con tus padres, el día que viajaste a otro país). Obsérvalo mentalmente como en una película en blanco y negro y coloréalo poco a poco hasta reconstruir el recuerdo completo. Añádele sonido, siente lo que sentiste y deléitate en ello. Ahora, mentalmente aíslate con frecuencia para concentrarte en ello.

Este paso te demandará un poco de esfuerzo porque, por lo común, las personas tienden a espaciarse mentalmente en recuerdos negativos, tristes o desagradables más bien que en recuerdos positivos, alegres o agradables. Por eso tienes que evocar tus recuerdos y hacer un verdadero esfuerzo por revisar tu lista de experiencias hasta conseguir aquel incidente agradable que te gustaría revivir vez tras vez.


En este caso, por frecuencia me refiero a una repetición del paso anterior, tantas veces que se vuelva una costumbre. Insistir y machacar en ello porfiadamente, vez tras vez, como una medicina que tomas cada vez que tienes una descompensación. Cuanto más frecuente el ejercicio, más se fijarán las emociones y sensaciones agradables, y, por lo tanto, más te ayudará a modificar tu comportamiento.

Un amigo sufrió muchos problemas familiares, de modo que buscó fotografías de los pasajes más significativos de la vida de cada uno de los miembros de su familia. Por ejemplo, su esposa siendo cargada por su padre cuando tenía tres años de edad y ambos sonreían alegremente, su hija disfrutando de una clase de natación que su madre le impartía, chapoteando y riéndose alegremente, él mismo cargando a su hija recién nacida y abrazando tiernamente a su esposa a la salida del hospital, otra foto con un grupo selecto de amigos de la juventud.

De las fotos que escogió, depuró la selección hasta quedarse con quince, entre grandes y pequeñas, antiguas y recientes, en blanco y negro y en colores, y las mandó enmarcar en un espacio de 30 x 40 cms. ¡Quedó precioso! Y, ¿dónde las colocó? En el baño, por ser un lugar donde cada miembro de la familia tenía que permanecer obligadamente a solas durante algunos minutos varias veces al día. Debido a que se trataba de fotos de momentos muy agradables, era irresistible quedarse contemplándolo, por lo menos, algunos segundos cada vez. Todos se obligaban a sí mismos a volver a sentir el placer de reconstruir mentalmente los momentos más agradables de sus vidas, lo cual los motivó y unió mucho haciéndoles recapacitar en lo valiosa que era su unión familiar y los muchos sacrificios que les había costado. ¡Hazte un cuadro tú también y míralo con frecuencia!


Un hábito es una rutina o costumbre, algo que uno hace siempre. Se convierte en parte de tu modo de ser y tu manera de vivir. Algunos le llaman manía.

Para que algo se convierta en un hábito tienes que repetirlo una gran cantidad de veces, hasta que se fije fuertemente en tu personalidad. Eso es lo que sucede con una fobia. Una vez que prende, se convierte en un fuego que consume toda tu vida y crees que tienes que vivir con ello para siempre y nada podrás hacer al respecto. ¡De ninguna manera! Como recomiendan Bandler y Grinder, con una buena programación neurolingüística pueden modificarse algunos rasgos del comportamiento habitual.





¿El huevo o la gallina?

Cuando yo era muy joven, un amigo que se creía sabio me preguntó: "¿Quién vino primero, el huevo o la gallina?". Aunque nunca antes me había detenido a pensar en algo semejante, fue interesante la conclusión a la que llegué después. En realidad, fue una pregunta que me ayudó a madurar.

Sí, a veces surgirán en tu vida ciertas personas que te harán preguntas que ni ellas mismas supieron contestar alguna vez por sí mismas. ¡Otros les dieron las respuestas! Entonces quieren pasar por sabios y te sorprenden y someten a presión solo con el propósito de automotivarse mediante seguir creyendo que tienen algo acerca de lo cual jactarse ("Yo sé más que tú", "Yo puedo más que tú"). Su sistema de apoyo se basa en el espíritu de competencia. Y aunque no tiene nada de anormal el que uno desee mejorar su mejor marca, se pasan de la raya y cultivan la enfermiza creencia de que el mundo es de ellos, que siempre tienen que ser el número uno, que tienen que tener todas las respuestas, incomodando a todos, saliéndose siempre con la suya -a las buenas o a las malas-, hasta promoviendo el bullying, porque solo quieren tener la sartén por el mango, ganar el concurso, ser la prima donna, etc.

Bueno, aunque es muy común que unas personas deseen tener más que otras (conocimiento, riqueza o poder), sería totalmente inadecuado que te sintieras mal solo por quedarte pensando en una pregunta y no dar en el clavo de una respuesta aceptable a los demás.  De hecho, ciertos científicos han llegado a la conclusión de que pirmero tuvo que venir el huevo. Pero no explican cómo el primer pollo pudo procrear los demás gallos y gallinas sin el complemento del sexo opuesto, un acertijo más difícil que el primero, que fue lo que yo me puse a pensar. Confieso que la pregunta de aquel amigo me dejó pensando en cosas que estoy seguro él jamás había reflexionado. De hecho, no me cabe la menor duda de que me lanzó la pregunta solo porque él mismo no tenía la respuesta.

Pensemos en el principio de procreación: Lo que está comprobado es que aunque una gallina puede poner huevos sin tener relaciones con un gallo, dicho huevo no puede continuar la especie. Y que ninguna gallina puede procrear sin la intervención de un gallo, ¿verdad? De modo que por lo menos se necesitó la contribución de un macho de la especie para continuar el ciclo reproductivo que llegara hasta nuestros días. Por otro lado, si el huevo hubiera venido primero, ¿cómo hubiera perpetuado la especie? Hubiera sido imposible que un pollo tuviera descendencia por sí solo. Se hubiera necesitado otra extraordinaria coincidencia: que al mismo tiempo hubiera aparecido otro huevo a su lado ¡y que haya sido exactamente del sexo opuesto! Algo más absurdo que la pregunta original.

Nunca temas ser diferente y original. Lo que marca la diferencia entre los que siguen al montón y los que no son parte del montón, es muchas veces precisamente lo que se requiere para ver aquello que los demás no logran ver en las cosas que siempre dieron por sentadas. Y ¿por qué no ven? Porque no se toman la molestia de profundizar, ni siquiera de detenerse a pensar un poco diferente. Y aunque profundizar tiene un costo: sufrir el rechazo o la burla de quienes creen que todo lo saben, vale la pena si uno quiere ir un paso más adelante que los demás, un paso más adelante que los problemas, un paso más adelante que la suerte y un paso más adelante que todos los pronósticos. ¡Ser diferente te complica un poco la situación, es cierto, pero tiene muchísimas ventajas que los demás no conocen!

Por ejemplo, si dices a alguien: "El perro ladra, el caballo relincha, el pollo pía y el gato maúlla. Pero ¿cómo hace la foca bajo el agua del Ártico?". Es muy probable que no sepa responder. Porque por lo común sabemos que las focas hacen un monótono y tonto sonido semejante a ladrido: "¡Au, au, au!". Pero ¿es así cuando están bajo el agua? ¡Nada más lejos de la verdad! Unos científicos se tomaron la molestia de pegar sus oídos al hielo de la Antártida y escucharon los sonidos que las focas
hacían bajo el agua para comunicarse entre sí, y se llevaron la más impresionante sorpresa. Si quieres ser diferente dando un paso más allá, conociendo cómo hacen las  focas, escúchalas en YouTube.

Por eso, cuando alguien te pregunte "¿qué fue primero, el huevo o la gallina?", respóndele algo así como esto: "Te contesto si primero me dices quién puso allí el huevo?". O bien: "Te contesto si me dices (memorízate una o dos de las siguientes preguntas)":

1. ¿Cuántos soldados tiene el ejército de Andorra?
2. ¿Quién inventó la televisión?
3. ¿Qué significa nequáquam?
4. ¿Cuántos huesos tienes en la cabeza?
5. ¿Cómo se dice, calidoscopio o caleidoscopio?
6. ¿Cómo se dice, prestigiador o prestidigitador?
7. ¿Cuántas carabelas le dieron los reyes de España a Colón para el primer viaje?
8. ¿Cuántas carabelas le dieron los reyes de España a Colón para el segundo viaje?
9. ¿Por qué no se congelan los pingüinos, si su sangre se enfría al bajar a las patas y luego sube al pingüino?
10. ¿Por qué las góndolas en Venecia van en línea recta si el gondolero siempre rema del mismo lado?
11. ¿Cuáles son las letras octava y novena del alfabeto griego?
12. (Escribe en un papel la oración "Luis está en la cárcel" y pregúntale, ¿dónde está el sujeto?)
13. ¿Cuál es la diferencia entre "medio litro" y "medio litro gigante"?
14. ¿De qué color es la caja negra de los aviones?
15. ¿De qué color es el intestino delgado?
16. ¿De qué color es el cielo?
17. ¿De dónde proviene la palabra "robot"?
18. ¿Cómo se llama la composición de Beethoven "Claro de Luna"?
19. ¿Dónde
en el cuerpo humano está ubicado el hueso húmero?
20. ¿Quién nació primero: Bach, Beethoven o Chopin?
21. ¿Por qué llamaron la regla "de oro" a la "Regla de Oro"?
22. ¿Qué animal puede hacer aros de aire bajo el agua?
23. ¿Qué pájaro no tiene alas?
24. Hijo, nieto, bisnieto, tataranieto, chozno, ¿qué sigue?
25. ¿Qué es la subrepción?
26. ¿Cuánto tiempo duró la Edad Media?
27. ¿Cómo se le dice al nieto del nieto del hijo?
28. ¿Qué es un esfigmomanómetro?
29. ¿Qué es un minuendo?
30. ¿Que mamífero tiene los ojos más grandes que su cerebro?
31. ¿Qué es un andrólogo?
32. ¿Cuál es el nombre de cada uno de los dedos del pie?
33. ¿Tienen sangre los mosquitos?
34. ¿De qué color en la mamba negra?

Respuestas

1. Andorra no tiene ejército.
2. Philo Farnsworth (pronúnciase Failo Farns Uorz).
3. Según el diccionario de la Academia Española, nequáquam significa "de ninguna manera".
4. La cabeza humana tiene 29 huesos.
5. Calidoscopio o caleidoscopio, ambas están en el diccionario de la Academia Española.
6. Prestigiador o prestidigitador, ambas están en el diccionario de la Academia Española.
7. Una, la Santa María. La Niña y la Pinta fueron donadas por los hermanos Pinzón.
8. Para el segundo viaje, unos dicen que los reyes de España le dieron 17 carabelas perfectamente equipadas, otros, que 70.
9. Los pingüinos tienen una red especial de vasos sanguíneos envolventes que calientan su sangre antes de volver a subir.
10. Las góndolas son construidas asimétricamente para compensar el empuje del único remo.
11. Las letras octava y novena del alfabeto griego son theta y iota.
12. El sujeto es Luis y está en la cárcel.
13. Ninguna.
14. La caja negra de los aviones es de color naranja.
15. El intestino delgado es de color verde.
16. El cielo es negro, pero la atmósfera hace que lo veamos celeste o azul
durante el día debido a la luz del Sol.
17. L
a palabra "robot" proviene de la palabra checa "robota", que significa "trabajo forzado"
18. Se llama "Sonata para piano Nº14". Beethoven nunca la denominó "Claro de Luna".
19. El húmero une el hombro y el codo.
20. Bach nació primero (el orden fue: Bach [1685], Beethoven [1770], Chopin [1810]).
21. Porque como el oro, se trata de un principio que 
conserva su valor con el paso del tiempo.
22. El ser humano, y también el delfín (busca "aros de aire" en YouTube)
23. El Kiwi
24. Bichozno (o bischozno), o lo que nace del
chozno, es decir, el nieto del nieto del nieto.
25. Subrepción, obtener algo suprepticiamente, es decir, a escondidas y ocultamente.
26. 10 siglos, desde la caída del Imperio Romano (siglo V [476 d.C.]) hasta el Descubrimiento de América (siglo XV [1492 d.C.])
27.
Un nieto es un nieto. El nieto del nieto de un hijo es su nieto, PERO respecto de la 1° generación, es su chozno. (Fig.)
28. Un esfigmomanómetro es el quipo semejante a banda, que ponen a uno alredor del brazo para medir la tensión arterial.
29. Es la cantidad que se resta (en "16 - 4" el minuendo es "4").
30. El tarsero.
31. Un andrólogo es un médico especialista en la función sexual y reproductiva masculina.
32. Según la Terminología Anatómica Internacional, se denominan: dedo gordo (o primero) del pie,
dedo segundo del pie, dedo tercero del pie, dedo cuarto del pie y meñique del pie.
33. No. Tienen hemolinfa. Cuando aplastamos un mosquito y deja una mancha roja, es sangre de la persona o animal al que picó. No es sangre del mosquito.
34. La mamba negra es de color verde oliva o gris.     


Bueno, volviendo al inicio, respecto a la pregunta sobre el huevo y la gallina, hay 3 HECHOS INNEGABLES:

1. NADIE EN SU SANO JUICIO PUEDE NEGAR QUE los gallos, las gallinas, los huevos y los pollos existen. 

2. NADIE EN SU SANO JUICIO PUEDE NEGAR QUE
, si nos remitimos a los hechos científicos, un pollo solo no puede preservar su especie, tampoco una gallina sola. Entonces, si no hubo nadie más de su especie, ¿cómo un pollo solo hubiera podido procrear después de salir del cascarón de modo que hoy existieran tantos pollos, gallos y gallinas? Tendría que haber aparecido milagrosamente a su lado otro huevo y, además -también milagrosamente-, haber sido del sexo opuesto, un argumento mucho más inaceptable. Por tanto, desde un punto de vista lógico y científico, queda absolutamente descartado que un solo huevo haya recibido por casualidad exactamente la temperatura, aireación y humedad necesarias para que el germen se transformara en un embrión y luego se desarrollara normalmente, o que de repente una gallina apareciera en escena y se fecundara a sí misma.

Además, siguiendo la misma lógica, tampoco pudo aparecer primero la gallina. Porque aunque la primera gallina -o el ave del tipo que sea- comenzara a poner huevos al alcanzar la madurez, de ninguna manera hubiera podido preservar su especie (es decir, tener pollitos) sin el concurso de un gallo. Definitivamente, para tener pollitos 1) la gallina tuvo que alcanzar la madurez sexual y 2) contar con la intervención de un gallo plenamiente desarrollado. Por eso, quedan absolutamente descartadas tanto las posibilidades como las probabilidades de que viniera primero una gallina... o un huevo. Sencillamente, no existe evidencia científica ni razonamiento lógico que soporte la conclusión de que una gallina sola o un huevo solo hubieran preservado su especie por sí mismos. 

3. NADIE EN SU SANO JUICIO PUEDE NEGAR QUE para la existencia de uno o más pollitos que preserven la especie se requiere
, como mínimo, gametos masculinos y femeninos. Estos son hechos científicos indiscutibles.

Por tanto, la pregunta sobre el huevo y la gallina es absurda y nada más que un ejercicio filosófico para discernir una tontería intelectual. Una persona verdaderamente inteligente no pregunta algo así, a no ser que quiera mofarse de alguien o averiguar si posee la inteligencia suficiente como para detenerse, reflexionar en la pregunta y percatarse del absurdo.

De modo que cuando te hagan preguntas incómodas o aparentemente imposibles de responder, recuerda que siempre hay una explicación lógica o anecdótica que surge de la reflexión, y que las personas que hacen dicha clase de pregunta probablemente tampoco hubieran podido reaccionar ni responder a preguntas bien pensadas (como las de la lista de arriba) que tú les hubieses hecho a ellas
.

Es irrelevante que debas tener siempre una respuesta en la punta de la lengua para cuanta pregunta se les ocurra a los demás solo para satisfacer su capricho de imponerte presión. Tómate todo el tiempo que necesites para hallar las respuestas que realmente necesites para satisfacerte. No tienes que discutir ni demostrarle nada a nadie. Si alguien te dijera que el evangelio de San Mateo tiene 28 capítulos y 1071 versículos, ¿los contarías para combrobarlo? ¡Vamos! No tienes por qué contestar siempre todas las preguntas que te haga la gente.

La libertad de expresion consiste no solo en hablar cuando desees,
sino en callar, sobre todo cuando un ignorante no tiene otra cosa que hacer
que fastidiarte la paciencia queriendo pasar por sabio.



Motivación constructiva


En este contexto, construir significa edificar o fortalecer a los individuos. Tal como se construye un edificio, se construye una personalidad. Así como la calidad, duración y estabilidad de un edificio depende del tipo de materiales empleados en su construcción, la integridad, fortaleza y estabilidad de una personalidad depende de varias cosas importantes.

Información

A pesar de que solo puedes concentrar tu atención en una cosa a la vez, absolutamente toda la información que ingresa en tu mente por los sentidos afecta de alguna manera lo que eres como persona. Por la médula oblongada o bulbo raquídeo, que está un poco más arriba del cuello, en la parte posterior de tu cabeza, pasa la formación reticular, una red de nervios del tamaño de un dedo meñique que funciona como un torre de control que decide qué estímulos o ideas ingresarán a la corteza cerebral y en qué orden les dará atención.

En este punto de observación se decide qué datos o mensajes pasarán y cuáles serán eliminados como de poca importancia. Esto sucede cada segundo aunque la cantidad de datos que ingresen simultáneamente se cuenten por millones. A pesar de todo, solo unos cuantos centenares pasan a la mente consciente. Además, unas ondas barren tu cerebro de 8 a 12 veces por segundo causando períodos de alta sensibilidad para captar las señales más fuertes y darles atención, una autoexploración de décimas de segundo que haces automáticamente para concentrarte en lo esencial. Toda esta asombrosa actividad, que se lleva a cabo en un instante sin que te percates de ello ni te cueste esfuerzo alguno, afecta tu motivación.

Ambiente

El ambiente o círculo de amigos en que te desenvuelves afecta tus decisiones y, por tanto, tu carácter y personalidad. Desde pequeños se condiciona a los niños a depender emocionalmente de la aprobación de sus padres y maestros u otras figuras de autoridad, de modo que se obligan a sí mismas a hacer o dejar de hacer las cosas que el grupo aprueba o desaprueba. Algunos llevan esta situación al nivel de la esclavitud abyecta, es decir, la sumisión humillante y vergonzosa.

Eso significa que, desde un punto de vista, unos asumen el papel de controladores y otros de controlados, aunque, en realidad, absolutamente todos somos controlados de alguna manera por algo o alguien. Nadie está "fuera de control". Algo o alguien lo controla.

Por ejemplo, un niño es controlado en un momento dado por su madre, pero la madre pudiera estar siendo controlada por la suya o por su suegra. En otros casos, la madre tal vez se someta a los caprichos de su hijo más pequeño, dejándose controlar por él, ¡o el niño tal vez controle a todos en la casa! Por otro lado, un adulto podría decidir dejarse controlar por los principios de una escala de valores establecida conscientemente, revisada permanentemente.

Estos dos elementos, la información que ingresa en la mente y el ambiente en que uno decide cultivar sus cualidades personales, afectan sus motivaciones y obras, todo lo que es como persona.

Cuando tanto la información como el ambiente son edificantes, es decir, te fortalecen en un camino productivo que resulta en beneficiarte a corto, mediano y largo plazo, se puede decir que tienes una motivación constructiva. Igualmente si lo que dices y haces a otros es edificante, se puede decir que estás motivándolos constructivamente, lo que les resultará beneficioso a corto, mediano y largo plazo.

Por otro lado, cuando tanto la información como el ambiente son poco edificantes o hasta altamente perjudiciales, es decir, te debilitan y conducen por un camino que resulta en perjudicarte a corto, mediano y largo plazo, se puede decir que tienes una motivación destructiva. Igualmente si lo que dices y haces a otros es desmoralizador o denigrante, se puede decir que estás motivándolos destructivamente, lo que resultará perjudicial a ambos a corto, mediano y largo plazo. ¿Por qué?

Por ejemplo, si tienes un negocio y quieres que crezca, necesitas contar con empleado eficientes. Supongamos que fabricas galletas. El que tu negocio crezca dependerá de que el cliente te las compre siempre. Si las recibe rotas, escogerá otra marca, ¿verdad? El que las reciba en buen estado depende de que ningún empleado las maltrate. En otras palabras, depende de que ningún empleado las manipule irresponsablemente. Si motivas destructivamente a tus empleados, sabotearán tu negocio arrojando los paquetes y rompiendo las galletas, lo que te significará la molestia y el gasto de tener que investigar y despedir al personal emocionalmente resentido, y contratar y entrenar a personal nuevo; y el ciclo se repetirá hasta que entiendas que te convendría motivarlos constructivamente.

O constructiva o destructiva

Nadie vive sin motivación. O su motivación es constructiva o destructiva. Si la motivación constructiva no es lo suficientemente significativa como para impulsarlo a acción, seguramente una motivación destructiva la reemplazará. Eso fue lo que poco a poco llevó hasta el borde de la cordura al asesino de estudiantes y maestros de una prestigiosa universidad, que después se suicidó dejando un lote de video explicando sus frustraciones y motivos. "Ustedes no saben lo que es sentirse humillado" fue uno de sus comentarios. Su motivación resultó en un desastre para todos.

De modo que te beneficias o perjudicas dependiendo de si motivas constructiva o destructivamente a los demás. ¡Es un bumerang! Por eso, motiva a las personas constructivamente y benefíciate a largo plazo.





Motivación positiva

Comencemos más temprano motivando a los niños en la dirección correcta.

Una manera como Daniel Goleman, autor de "Inteligencia Emocional", define la motivación positiva es la capacidad de una persona para equilibrar y armonizar sus sentimientos de entusiasmo, celo y confianza en sí misma para poder alcanzar una meta. Y cita la publicación "Expert Performance: Its Structure and Acquisition" (1994), de Anders Ericksson, que muestra los resultados de investigaciones que arrojaron luz sobre un factor que caracterizaba a muchos grandes atletas olímpicos, campeones de ajedrez y músicos de nivel internacional: La facultad de automotivarse para adherirse a una 'rutina de entrenamiento impecable'.

Cuando Ericksson mencionó a los chinos en conexión con los Juegos Olímpicos de 1992, afirmó con buena base que 'empezaron antes'. Se refería a que su rutina de entrenamiento había empezado en la infancia. Por ejemplo, mientras que el equipo norteamericano y el chino habían dedicado similar cantidad de horas a su rutina, la diferencia estribaba en que los norteamericanos tenían un promedio de veintitantos años de edad, mientras que los chinos rondaban solo los doce. Los chinos habían comenzado  a seguir una rutina más temprano en la vida.

El valor práctico de esta explicación para ti es que, aparte de trazarte una meta, si quieres alcanzarla, tienes que equilibrar, armonizar y canalizar tu entusiasmo, celo y confianza de modo que te adhieras con firmeza a una rutina de entrenamiento eficaz que te lleve directamente a ella.

Por eso, debemos comenzar más temprano a enseñar a los niños a usar su capacidad mental para tomar buenas decisiones y automotivarse, tanto para trazarse metas loables como para ir tras ellas adhiriéndose a buenos hábitos para el desempeño eficaz. Porque como afirma Goleman: "El inicio temprano ofrece una ventaja de por vida".

Vivimos en tiempos verdaderamente sobrecargados de presión emocional. Por todas partes las instituciones y entidades con las que nos relacionamos, ya sean privadas o gubernamentales, con o sin fines de lucro, pequeñas o grandes, todos demandan de nosotros un elevado desempeño y un mayor esfuerzo a cambio de una compensación que en la mayoría de los casos consideramos injusta en todo sentido. Las personas cambian la vida por un reloj (el reloj de regalo que algunas compañías les dan a los que se jubilan).

Cierto hombre que había trabajado a todo pulmón toda su vida, lidiando a capa y espada con miles de dificultades para beneficio de la empresa que lo había empleado. Aquejado de insuficiencia respiratoria, terminó sus días en el frío y lúgubre ambiente de la sala de emergencias de un hospital del seguro social de su país. A sus 75 años de edad, comentó: "¡Es increíble! Toda mi vida me rompí la espalda trabajando a fin de contar con un seguro de respaldo para mis últimos días. Pero estos son mis últimos días, tal vez mis últimas horas, y el seguro no me deja morir en paz. Quiero que me desconecten estas cañerías y me dejen ir a casa, porque quiero morir en mi casa. No quiero morir en este lugar. Sencillamente no deseo morir en un lugar así. Si me voy a morir, quiero morir en mi casa". Pero los médicos se apoderaron de su cuerpo y lo secuestraron. No autorizaron que se marchara. Si alguien se lo llevaba, sería responsable de su muerte. Increíble: Aunque estaba ens facultades mentales, no le permitieron asumir la responsabilidad de decidir dónde quería morir.

Viéndose condenado por el hospital a terminar sus días en ese horrible lugar, se indignó, y con el poco aire que le quedaba alzaba la voz a cada rato, gritando entre ahogos: "¡¡Déjenme morir en paz!! ¡¡Quiero morir en mi casa!!". Pero todos pasaban de ida y vuelta y nadie le hacía caso. Sus hijos no podían retirarlo del hospital debido a la amenaza de los médicos, en el sentido de que si moría, ellos serían legalmente responsables. Entonces, entre sollozos, dijo a uno de sus amigos: "Por la mañana vino un hombre de la funeraria y, delante de mí, le preguntó en voz baja a una enfermera: "¿Cuántos me tienes para esta noche?", a lo que ella respondió, solapadamente: "Tres o cuatro". También dijo que, debido a que insistía tanto por irse a su casa, una de las enfermeras había sugerido a otra: "Hay que sedar a este señor para que se vaya de una vez a su casa", refiriéndose por supuesto a su casa eterna. Al día siguiente falleció en esa horrible sala de emergencias.

¿Qué tiene todo eso de positivo? Nada, absolutamente. Trabajó toda su vida lealmente para las empresas que lo contrataron, toda su vida pagó puntualmente su cuota del seguro, y toda su vida pagó religiosamente sus impuestos, y al final lo trataran como a un despojo. Y nadie pudo evitar que aquella funeraria se beneficiara de sus restos.

¿Qué podrías haber hecho o haberle dicho para motivarlo y levantarle el ánimo antes de morir de esa manera tan injusta? En realidad, nada. Ningún estímulo hubiera tenido éxito, salvo que lo dejaran morir en paz, en su casa. Era todo lo que él pedía, era todo lo que deseaba. Quería terminar sus últimas horas en su casa. Pero no se lo permitieron. Así es este mundo. Ni siquiera te deja en paz cuando estás para irte a la otra. Hasta el último te quita las ganas de vivir.

Ahora bien, el planeta Tierra es hermoso. Hasta ahora no se ha conocido ningún planeta tan hermoso y tan bien ubicado en el sistema solar. Su ecosistema es magnífico, y sus paisajes, bellísimos. Por donde lo mires encontrarás belleza, lugares interesantes, animales fascinantes, ríos y mares cargados de vida, bosques tropicales llenos de toda clase de vegetación, y cadenas montañosas increíbles. La televisión por cable nos deja extasiados con una sarta de programas dedicados a la naturaleza y sus intrincados sistemas. No podemos menos que maravillarnos. Lamentablemente, el ser humano es el único que no entiende lo que significa la armonía. Todo el tiempo batalla contra la felicidad y la satisfacción mediante hostilidades, violencia, guerras,  venganza, derramamiento de sangre, hambre, temor, dolor, crueldad, pederastia, injusticia, desequilibrio, contaminación, desorden, suciedad, caos...

Los monos viven felices comiendo bananas en la copa de los árboles, las ballenas gozan con sus piruetas en el mar, los árboles parecen bailar intercambiando feromonas por doquier, y hasta las bacterias que habitan en los volcanes parecen no preocuparse de nada, salvo de vivir la vida plenamente. Pero por una extraña razón, el hombre destruye su propio hábitat y aniquila su propia felicidad. Constantemente se excede en los placeres de maneras que rompen la armonía con la naturaleza, y termina rodeándose de leyes, decretos y normas que le hacen la vida imposible. ¿Qué podrías decirle para motivar positivamente a una generación tan desviada? ¡Los extraterrestres huirían de nosotros!

Vivimos en tiempos que rugen por su inestabilidad. Ya nadie ni siquiera puede morir en paz. Todos estamos metidos en una licuadora de frustración. A fines de 2014, según las estadísticas, 1 de cada 4 personas sufrieron alguna enfermedad mental. Nadie parecía escuchar la voz de la sensatez. La música y el ritmo que reflejan la decadente cultura de muchos pueblos son lo que la gente parece ensalzar todos los días. Me recuerdan cierto pasaje de la película "Sérpico", sobre corrupción policial, en que el protagonista explica a su compañero que no estaba dispuesto a caer en la red de corrupción que había envuelto a su departamento. Y le contó el cuento de la bruja que envenenó el agua del río.

Dicen que cierto reino era muy feliz, porque su rey era feliz y tolerante. Todos lo amaban, y nadie se quejaba. Todos tenían lo necesario para vivir. Nadie hablaba contra el rey. Pero un día una bruja malvada quiso apoderarse del reino, y pensó: "¿Qué puedo hacer para que odien al rey?", y preparó una poción mágica que derramó río arriba. Al amanecer, todos fueron al río con sus recipientes para recoger agua y preparar sus alimentos. Entonces comenzaron a pedir que mataran al rey, porque, según ellos, se había vuelto loco. Lo ocurrido llegó a oídos del rey: "Oh, señor, la bruja malvada ha embrujado el agua del río de modo que todo el que la bebe se está volviendo loco y comienza a pensar en asesinarte. ¿Qué hacemos?".

El rey respondió: "¡¡Pronto!! ¡¡Tráiganme agua del río!!". Y se la trajeron. Y ante sus ojos, metió rápidamente un cubo, sacó agua y la bebió hasta la última gota. Sus siervos quedaron asombrados. Al rato, el rey comenzó a reírse y a portarse como loco, saliendo a las calles y bailando bailes desenfrenados y salvajes. Entonces todo el pueblo lo quedó mirando, absorto. Primero no supieron cómo reaccionar ante un suceso tan contradictorio, pero después, poco a poco, comenzaron a alegrarse y a reírse con él. Sí, comenzaron a gritar: "¡¡Viva nuestro rey, porque ha sanado!!". Y ya nadie quiso matarlo.

Lo que quiero decir es que no pocas veces las personas, hasta las que parecen ser más inteligentes, se cargan de una motivación engañosa que a primera vista parece positiva, pero no lo es. Y como si se tratara de un fumador que va perdiendo el sabor por los alimentos, la motivación positiva les va pareciendo inservible, inútil, carente de poder, y comienzan a ensalzar la estupidez, se contagian de frustración, locura y desfachatez, y comienzan a ver lo malo como si fuera bueno, y lo bueno como si fuera malo; lo negativo como positivo, y lo positivo como negativo; la bondad como maldad, y la maldad como bondad; la desventaja como ventaja, y la ventaja como desventaja; lo bonito como feo, y lo feo como bonito; lo saludable como perjudicial, y lo perjudicial como saludable; el aire puro como humo, y el humo como aire puro, lo natural como antinatural, y lo antinatural como natural, ¡hasta degüellan a inocentes, matan y se suicidan en nombre de Dios! Por último, llegan al colmo de querer deshacerse, por decirlo así, de cualquiera que se atreva a actuar o hablar positivamente acerca de cualquier asunto. El mundo está de cabeza.

Entonces, ¿qué se puede hacer para contrarrestar tantas vibraciones negativas? ¿Beberemos agua del río para equilibrar la balanza? ¿Nos cegaremos a la realidad y nos desharernos de cualquiera que reconozca que estamos viviendo en tiempos peligrosos, diciendo que se trata de pesimistas que deben ser silenciados? Eso sería caer en la trampa y beber de aquella mala agua del río.

Lo que uno debería hacer es adelantarse a los acontecimientos
de la manera más proactiva posible, analizando cuidadosamente las circunstancias, para prever, hasta cierto punto, los resultados, anticipándose a las cosas creativamente, prestando atención a las verdaderas tendencias de la época, discerniendo el futuro lo mejor posible basándose en fuentes dignas de crédito, tomando precauciones respecto a lo que se viene.

Si aquel hombre que murió en la sala de emergencias hubiera intuido siquiera remotamente que le impedirían regresar a morir en paz en casa, de seguro hubiera tomado sus precauciones, se hubiese asesorado legalmente y se hubiera anticipado dejando por escrito un testamento o consentimiento informado para que no se apoderaran de su cuerpo y le dejaran volver a casa bajo su propia responsabilidad. ¡O en principio, negarse a ir al hospital!

En fin, a la hora de los loros, y para ser francos, es poco lo que podemos hacer como individuos para revertir las consecuencias que la humanidad en general tendrá que enfrentar por haber malgastado sus recursos naturales. Pero sí podemos adelantarnos proactivamente (no con prejuicio, sino inteligentemente), tomando todas las precauciones necesarias para manejar las circunstancias de nuestra propia vida y nuestro entorno cercano de la mejor manera posible.

Mantener una motivación positiva en medio de un mundo que se debate entre conceptos retorcidos respecto a lo bueno y lo malo puede parecer un desafío imposible, sobre todo cuando se trata de criar a los hijos, pero si uno se esfuerza por no beber el agua del río y usa una brújula confiable que le permita ver el futuro con claridad, estará en mejor posición que los demás para enfrentar los problemas que le sobrevendrán. Ser proactivo significa "anticiparse al problema y desarrollar la actividad de modo que no surja dicho problema", y eso solo se logra manteniendo una motivación positiva, creativa, realista y abierta, basada en fuentes dignas de crédito.

Es vital que enseñemos a los niños desde temprana edad a usar su conciencia correctamente a fin de detectar a los depredadores y a responder proactivamente ante la vida. No es difícil si notamos que ellos ya tienen un respaldo intraconstruido que les ayuda a distinguir lo correcto de lo incorrecto. Por ejemplo, si dos o más niños están jugando, pero uno de ellos se aprovecha egoístamente, no sería raro que todos gritaran: "¡¡No es justo!!", porque distinguen que ha ocurrido una injusticia. Por eso, solo tenemos que edificar sobre esa base, añadiendo información orientadora.

Cuanto antes aprendan los niños la motivación positiva, más fácil les será entender el por qué de muchas cosas, como, por ejemplo, por qué la humanidad está como está y qué pueden hacer a nivel individual para tener éxito en la vida. Por ejemplo, aprenderán que el dinero no es un fin en sí mismo, sino un medio. Que no es un verdadero motivador, sino que se podría convertir en un señuelo que a la larga tal vez les resultara en dolor y no en placer. No exagero. Uno de los hombres más ricos del mundo terminó sus días envidiando a uno de sus empleados más pobres porque comía mejor que él. Las sangrantes úlceras mortales que había desarrollado en su estómago debido a sus múltiples preocupaciones por el dinero no le permitían comer sino una dieta muy estricta.

Desde muy pequeños los niños necesitan que les enseñemos lo que significa cosechar las consecuencias. Por ejemplo, si derraman la leche, no debemos limpiar nosotros, sino mostrarles calmadamente, con paciencia y cariño, que deben ir, traer un trapo y limpiarlo por sí mismos. Es así como aprenden el verdadero significado de la leche derramada, es decir, las consecuencias. Si logramos que aprendan temprano en la vida para qué sirven las consecuencias, entonces les habremos dado una brújula. Porque las consecuencias los ayudarán a ser proactivos, anticiparse al futuro y a corregir el rumbo, siendo cada vez más asertivos en su comportamiento. ¡¡Fabricarán para sí mismos buenas consecuencias a corto, mediano y largo plazo!!

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