¿Dices: "No puedo hablar en público"?
Miguel Ángel Ruiz Orbegoso
Uno
dice: “NO PUEDO” cuando se siente incapaz de poder lograr
algo. Pero ¿cómo está tu autoestima? Si algo la ha
afectado negativamente, tienes que aprender a discernir qué y
cómo fortalecerla. Una autoestima negativa respecto a la
oratoria puede causarte muchos tropiezos. Por lo tanto, a trabajar en
tu autoestima. Es lo primero que tienes que hacer. Sin autoestima,
estarías “frito en vida”.
La
oratoria es una cualidad humana natural, pero muchos la han convertido
en una cuestión terrorífica. Francamente, no tienes que
sumarte a la legión de temerosos y contribuir a la
expansión de tan mórbido concepto. Mejor súbete al
carro de los que piensan diferente. Una clave del éxito en la
vida es trascender y pensar de manera superada, lo cual ciertamente de
ninguna manera quiere decir “rebeldía”,
“revoluciones” ni “desobediencia civil”, sino
ser creativos e innovadores en la concepción de ideas y
proyectos.
La
vida es fácil, pero muchos se la complican innecesariamente; el
temor mórbido es absurdo, pero muchos lo usan para dominar a
otros; la felicidad está al alcance, pero muchos no la hallan
porque se rodean de actos de maldad. Tú no tienes que hacer eso.
Tu vida puede ser sencilla, feliz y remuneradora si tan solo comienzas
por fortalecer tu autoestima y creer que eres capaz de lograrlo.
PRIMERA
SUGERENCIA: No queremos volver a oírte decir “NO
PUEDO”, porque cada vez que dices “NO PUEDO”
estás dando el primer paso hacia el fracaso. ¿Quieres
eso? El concepto de programación neurolingüística
enseña básicamente que el ser humano actúa tal
como programa su cerebro. Si piensas en función de “NO
PODER”, te conviertes en un profeta de lo que sucederá: No
podrás. ¿Quieres eso?
SEGUNDA
SUGERENCIA: Profetiza cosas buenas para ti y para tu vida, no cosas
malas. ¿De dónde sacaste la idea “NO PUEDO”?
¿Descubriste de dónde? Te lo vamos a decir y esperamos
que lo entiendas.
Cuando
eras niño, seguramente bajaste corriendo unas escaleras, y
cierta persona poco inteligente gritó:
“¡¡¡Te vas a caer!!!” Si eso
sucedió en tu vida cuando eras pequeño, sin duda esa
misma persona usó el mismo método en otras
circunstancias, condicionándote a CREER que eras incapcaz de
hacer muchas cosas. En vez de decirte: “Ten cuidado” o
“Mira bien donde pisas”, lo cual es positivo y no causa
daño a la personalidad, te dijeron: “Te vas a caer”,
como si supieran que ibas a fallar.
Esa
es una muy mala técnica de crianza. El resultado es que
generalmente se cumple la profecía: El niño tropieza
más de lo que hubiera tropezado si no le hubieran dicho
“te vas a caer”. Por eso, nunca le digas a un niño:
“Te vas a caer” o “¿Por qué eres
desobediente?”, porque los niños no tienen experiencia en
la vida y creen todo lo que les dicen. Si les dices que SON
desobedientes, SERÁN más desobedientes; si les dices:
“TE VAS A CAER”, aumentarán las probabilidades de
que se caigan. Pero diles “ten cuidado” u
“Obedece” y les profetizarás éxito, no
fracaso.
Cuando
yo era niño, mi hermano mayor me preguntó:
“¿Qué quieres ser de grande?”, a lo que
respondí: “Aviador”. Entonces me dijo:
“No puedes ser aviador, porque no podrás tener una
familia. Los aviadores tienen un horario que no les permite tener una
familia estable.” Añadió: “¿Quieres
tener una familia?”. Cuando le dije: “Sí”,
entonces me remató: “Entonces NO PUEDES ser
aviador”.
El
resultado fue que simplemente no fui aviador. Pero ahora que entiendo
cómo funciona la vida, porque ya no soy un niño, pienso:
“Si uno de mis hijos me dijera: ‘Quiero ser
ingeniero’ lo llevaría inmediatamente a una obra en
construcción, pediría hablar con el ingeniero, para que
le diga a mi hijo lo que significa ser un ingeniero.” En otras
palabras, mi hermano mayor debió llevarme a dar una vuelta en
avioneta ese fin de semana, para que yo supiera lo que era sedr piloto.
Es
cierto que los horarios de los pilotos son difíciles, pero es
MENTIRA que los pilotos no pueden tener una familia. Aunque es
difícil y tiene desventajas, es como todo en la vida. Los
pilotos tienen familias.
Como
esa mentira, probablemente tú estés creyendo actualmente
muchas mentiras respecto a muchas cosas. Una de ellas, hablar en
público. O tal vez nos digas: “Nunca me han dicho que no
puedo hablar en público. Soy yo el que cree que no puede”.
Pero,
amigo mío, lo pernicioso de inculcarle a un niño la
mentalidad “NO PUEDES” no tiene nada que ver con subir o
bajar las escaleras corriendo o volar aviones, sino con la esencia
misma del concepto NO PODER.
Una
vez que el niño rueda por las escaleras y se cumple la
profecía, usualmente se le dice: "TE DIJE QUE TE IBAS A
CAER”. Por eso llega a creer que no pudo haberlo hecho nunca.
Posteriormente, aunque el profeta haya muerto, habrá
transcurrido suficiente tiempo como para que la profecía haga
añicos su personalidad, de modo que sigue repitiéndoselo
mentalmente a sí mismo, como un mandato, por el resto de su
vida: “No puedo hacer esto”, “no puedo hacer
aquello”, quemando sus oportunidades hasta el punto de
“no poder estudiar”, “no poder nadar”,
“no poder exponerse al frío” o “no poder
hablar en público”. El condicionamiento lo ha bloqueado
permanentemente. Por eso debes profetizar cosas buenas para tu vida.
TERCERA
SUGERENCIA: “Tu éxito es directamente proporcional a la
cantidad de veces que fracasas y vuelves a intentarlo”. Palabras
del supervendedor y motivador Tom Hopkins. Él dice que “la
motivación es la capacidad de lograr que alguien se esfuerce
más de lo que suele hacerlo, aunque no quiera hacerlo, a fin de
alcanzar sus objetivos”. ¿Estás dispuesto a
hacerlo, a esforzarte más de lo que sueles esforzarte, para
alcanzar tu objetivo de hablar en público? ¡Espero
que sí!
CUARTA
SUGERENCIA: Hablar es como caminar. Primero tienes que dar tus primeros
pasos, después aprendes a caminar por todas partes, ¡hasta
correr! Para dar tus primeros pasos en oratoria, es igual. No tienes
que hablar DESDE LA PLATAFORMA HACIA EL PÚBLICO. Lo mejor es
comenzar al revés, hablar DESDE EL PÚBLICO HACIA LA
PLATAFORMA. Es decir, cuando un orador o maestro pida comentarios del
público, levanta la mano y di lo que piensas con la menor
cantidad de palabras, y aplica este método hasta te sientas
más fuerte. Luego, cuando hayas reforzado tu autoestima mediante
darte cuenta de que PUEDES HABLAR DESDE EL PÚBLICO HACIA LA
PLATAFORMA, invierte la figura y pasa a la siguiente etapa de hacerlo
DESDE LA PLATAFORMA HACIA EL PÚBLICO.
QUINTA
SUGERENCIA: Nada refuerza tanto la autoestima como recibir unas
sinceras felicitaciones. Procura hacer algunas cosas
extraordinariamente bien a fin de causar una felicitación como
reacción. No lo hagas por envanecerte o jactarte, sino como una
tarea para reforzar tu autoestima. Recuerda: Si haces las cosas mal,
nadie te felicitará, porque no generas un motivo para que te
feliciten. Peor aún, te reprenderán. Y si solo las haces
bien, tampoco te felicitarán, porque es lo que esperaban de ti.
Rara vez se felicita a alguien por hacer lo que tiene que hacer. Pero
si haces las cosas extraordinariamente bien, te
felicitarán, y verás cómo crecerá tu
autoestima. Solo recuerda que nada fortalece tanto tu autoestima como
recibir unas sinceras felicitaciones de la persona más
importante en tu vida. Piensa: "¿A quién considero
actualmente la persona más importante en mi vida?" y haz las
cosas como para esa persona... hazlas extraordinariamente bien. Con todo, ten en cuenta que si no te felicitas a ti mismo, ninguna felicitación será suficiente.
Si
sigues estas sencillas sugerencias, alcanzarás poco a poco todas
tus metas en la vida, incluida tu meta de PODER hablar en
público. Porque para PODER hablar en público, el primer
paso es la motivación, y Oratorianet te la ofrece gratis. No te
cuesta ni un centavo. Poco a poco, amigo, conseguirás todo lo
que necesites. Poco a poco.
Primero
refuerza las columnas de tu autoestima, y luego deja que tu autoestima
haga el resto. Recuerda: Tu autoestima contribuye a tu fortaleza para
PODER HACER todo lo que te propongas. Si se trata de hacer algo bueno,
nunca vuelvas a decir NO PUEDO.
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