ÍNDICE
La Ventana Johari
©Miguel Ángel Ruiz Orbegoso
La
Ventana Johari es una interpretación de Joe y Harry, unos
profesores norteamericanos. Charles Handy la publicó en su libro
"La Organización Por Dentro, Ideas Para Directivos". Sirve para
explicar los diferentes enfoques de una interacción. El
siguiente es mi comentario al respecto.
El diagrama muestra una casa con 4 habitaciones, 4 puertas interiores y 4 ventanas exteriores.
La casa te
representa a ti, y cada una de sus cuatro habitaciones representa
diferentes lados de tu personalidad, observables desde cada una de las
ventanas o puertas por donde se mire.
Por las
ventanas, los demás pueden ver las habitaciones 1 y 2, pero no
lo que hay en las 3 y 4. Tú puedes ver lo que hay en las
habitaciones 1 y 4, pero no lo que hay en las 2 y 3.
Ambos pueden ver lo que hay en la habitación 1, pero ninguno puede ver lo que hay en la 3.
Para saber lo
que hay en la habitación 2, tienes que preguntar a la otra
persona. Si ella quiere, te abrirá la puerta que comunica con la
habitación 2 y te dejará ver lo que hay dentro, es decir,
cómo te ve ella a ti.
Para que la
otra persona vea lo que hay en la habitación 4, tú tienes
que abrirle la puerta que comunica con la habitación 1 y
permitirle ver lo que hay dentro, es decir, cómo te ves a la luz
de tus propios ojos.
Pero en
algunos casos, para ver lo que hay en la habitación 3 (que
representa todo tu pasado, tu herencia, talentos, vocación,
prejuicios, deficiencias y otras cosas profundas), tal vez necesites
asesoramiento especializado y tengas que dar tu consentimiento para que
el especialista te ayude a abrir las puertas que dan a dicha
habitación, sobre todo si nunca la has abierto.
Como puedes
notar, tú no te ves como te ven los demás, ni los
demás te ven como tú te ves a tus propios ojos. Las
habitaciones 1 y 2 son públicas y todos pueden observar lo que
hay dentro, no puedes evitarlo; pero la habitación 4 es
reservada y privada, ningún ser humano puede entrar a las
habitaciones 3 y 4 sin tu autorización.
Todo esto,
por supuesto, es solo un cuadro ilustrativo, pero sirve para enfocar de
una manera objetiva la manera como te relacionas con los demás.
Si no abres
la puerta a la habitación 4, no puedes juzgar a los demás
por llegar a sus propias conclusiones basándose solo en lo que
ven en la habitación 2. O si no les preguntas lo que ellos ven
en la habitación 2, no podrás comprender por qué
llegaron a dichas conclusiones, ni mejorar los rasgos de tu
personalidad que necesites mejorar ("Así soy yo, siempre he sido
así y no pienso cambiar". Misma piedra).
Si bloqueas
permanentemente la habitación 3, un día podrías
explotar sorpresivamente e inundar las otras habitaciones con su
contenido; pero si abres la puerta, ya sea para comunicarte con la
habitación 2 o la habitación 4, puedes conocer mejor lo
que hay dentro.
De modo que
hay ventaja en abrir las puertas y ventanas para mantener tu casa
ventilada en vez de cerrarlas y vivir una vida de aislamiento.
Lo ideal es
que la manera como te ven los demás no se contradiga con la
manera como te ves a ti mismo(a). Pero para que la habitación 1
se parezca más a la habitación 4 tienes que abrir las
puertas y aprender a escuchar y enterarte de lo que los demás
ven en la habitación 2.
Es natural
que a veces te pongas a la defensiva cuando te enteras de que los
demás piensan de una manera diferente respecto a tus metas y a
los métodos que sigues para alcanzarlas, a como haces tu trabajo
y a las decisiones que tomas todos los días. Pero solo abriendo
las puertas que dan a las habitaciones 2 y 4 podrás experimentar
el maravilloso sentimiento de amar al prójimo.
De
modo que ¿eres una persona fácil o difícil de
tratar? ¿Sueles iniciar buenas relaciones con las personas, pero
terminan siendo enemigos tan pronto como se conocen mejor? ¿Te
consideras una persona abierta o cerrada, tímida y reservada, o
comunicativa y amigable? Eso depende de si abres o cierras las puertas
y ventanas que dan a tu vida.
No es
fácil vivir, estudiar o trabajar con una persona cerrada, que al
menor roce se pone a la defensiva, o que siempre está pendiente
de los defectos de los demás, porque la confianza se construye
sobre la base de abrir las puertas y ventanas, no de cerrarlas.
Nunca
podrás formar relaciones estables con los demás si exiges
que los demás te abran sus puertas, te inspiren confianza y
demuestren ser tus amigos mientras tú les cierras las tuyas, les
muestras desconfianza o evades la comunicación. Si quieres que
te acojan, acójelos tú primero.
Las personas
usan máscaras y uniformes para distinguirse de los demás,
eso es normal. Todos jugamos un papel en la vida. El médico se
pone máscara de médico, pero cuando está con sus
hijos se pone máscara de papá; el policía se pone
máscara de policía, pero cuando viaja de vacaciones se
pone máscara de turista; el carpintero se pone máscara de
carpintero, pero cuando está con su esposa se pone
máscara de esposo. Es normal. Pero si cierras la puerta,
¿cómo puedes exigir confianza, amistad, amor y
cariño?
Sobre todo,
para formar una organización fuerte, productiva y eficaz, es
indispensable fomentar la política de aprender a conocer a los
demás y darse a conocer uno mismo.
Por eso,
¿cómo te ves por dentro? ¿Cómo te ven los
demás? Ármate de valor y pregunta lo que piensan de ti,
lo que ven en la habitación 2, y después date un tiempo
para explicarles lo que hay en la habitación 4, para que te
conozcan mejor y los conozcas mejor y puedas interactuar con ellos en
un plano más saludable, en un plano más real. Y si
descubres que necesitas abrir la puerta que conduce a la
habitación 3, tal vez necesites meditar en las ventajas de
conocerte más profundamente y tomar una decisión prudente
al respecto.
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