Un simple coleccionista de revistas usadas
©Miguel Ángel Ruiz Orbegoso
Un
violento terremoto sacudió las profundidades del mar de
Indonesia originando un tsunami que devastó once países
del sudeste asiático, desde el Golfo de Bengala hasta
África, el 26 de diciembre de 2004. La cantidad de fallecidos
superó los 200.000, y de entre todos los niños, las tres
cuartas partes de ellos, toda una generación, pereció.
Una
de las zonas más afectadas fue Kinniya, donde vivía un
profesor de inglés de apellido Munwar, un poblador de
condición modesta cuya pasión era la lectura, y su
hobbie, coleccionar revistas usadas. Tan prodigiosa era su memoria que
en su pueblo lo apodaban “El Diccionario”.
Aún
así, recuerda que su madre siempre lo regañaba
diciéndole que, en vez de andar coleccionando revistas viejas,
usara ese tiempo en algo más útil, como ganar más
dinero para la familia. Sin embargo, la educación que Munwar
había adquirido leyendo esas revistas marcaría la
diferencia entre la vida y la muerte, tanto para sí mismo como
para muchas personas. Un día leyó un artículo
acerca de los tsunamis y lo que podría hacer en caso de
emergencia.
Poco
antes de que el mar azotara su pueblo, estaba comprando pescado y
notó a la distancia que los barcos se veían más
arriba de lo normal, como si se hubieran elevado unos dos o tres
metros. Sí, el mar mostraba un comportamiento sospechoso.
Entonces recordó lo que había leído en aquella
revista y echó a correr despavorido, gritando advertencias y
dirigiéndose a una zona elevada. Lamentablemente, muchos no lo
tomaron en serio y perdieron su oportunidad de salvar su vida; solo 20
ó 30 personas le hicieron caso y corrieron tras él tierra
adentro. Munwar, “El Diccionario”, ahora también
había llegado a ser uno de los héroes del pueblo.
Para
muchos una revista tal vez no tenga mucho valor, ya sea porque
pasó de moda o porque fue publicada hace mucho tiempo, pero
Munwar el coleccionista sabía que una publicación no
dejaba de ser útil solo porque hubiera pasado mucho tiempo si su
contenido le enseñaba a vivir mejor, como ocurrió con el
artículo que le salvó la vida.
La
educación, el conocimiento y la cultura no solo se consiguen en
las escuelas y universidades, sino en todo lugar y momento. Solo
tenemos que prestar atención a lo que vemos y leemos, a lo que
oímos y sentimos... y recordarlo.
De
seguro que tal como las estrellas llenan el firmamento por las noches,
la historia quedará tachonada con las experiencias ocurridas en
aquella parte de la Tierra, pero de entre todas ellas, acuérdate
de Munwar. Si quieres beneficiarte hoy y en el futuro, nunca
menosprecies el valor intrínseco de una buena revista... aunque
sea usada. Un día podría salvarte la vida.
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