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Como pez en el agua
©Miguel Ángel Ruiz Orbegoso

Natalie Du Toit montó su motocicleta al cabo de uno de sus entrenamientos regulares en la piscina pública de Newlands en el año 2001 y se dirigió a sus clases. Lamentablemente, a los pocos minutos la golpeó un automóvil que salió inesperadamente de un estacionamiento. La llevaron al hospital inmediatamente, pero a pesar de todos los esfuerzos médicos por salvar su pierna izquierda, no hubo más remedio que amputársela. Natalie aceptó sus nuevas circunstancias, pero no que aquel aparente fracaso la desalentara de perseguir su meta de fondo en la vida: Participar en los Juegos Olímpicos. Ella siempre quiso clasificar. Por eso reforzó su motivación adoptando la filosofía de que ‘la tragedia de la vida no radica en no llegar a una meta, sino en no tener una meta’. A solo cuatro meses del accidente ya estaba nadando nuevamente, y dijo que si no había regresado antes, fue porque debió esperar hasta que cierto injerto de piel artificial quedara finalmente adherido a su cuerpo. Había sido campeona nacional de 400 y 200 metros, pero ahora reiniciaba sus entrenamientos para los 1500 y distancias aún mayores, aun la de los 10 kilómetros en aguas abiertas, prueba que por primera vez se disputaría en los Juegos Olímpicos de Beijing.

Natalie cambió velocidad por resistencia, y el 3 de mayo de 2008, a sus 24 años de edad, quedó en cuarto lugar en la prueba de 10 kilómetrosdel Campeonato del Mundo de Aguas Abiertas, en Sevilla, España, y logró clasificar para los Juegos Olímpicos de Beijing de 2008. Al terminar la prueba, ella dijo: “Siempre soñé con ir a unos juegos olímpicos de verdad, y no iba a cambiar mi objetivo por un accidente”. Natalie nunca dejó de sentirse completa. Le amputaron la pierna, pero no le amputaron su mentalidad ganadora. Agarró al fracaso de la cola, le dio varias vueltas en el aire y lo lanzó al fondo del abismo del desprecio. No tenía nada de lo cual avergonzarse, sino todo lo contrario.

Este es un vivo ejemplo de los que no aceptan sentirse disminuidos en ningún sentido por ninguna razón. Todo lo que Natalie tuvo que hacer fue cambiar de método o procedimiento. Ya no era tan veloz, pero era muy resistente. Cambió velocidad por resistencia y alcanzó su objetivo. ¿Por qué no visitas su web site y lees más detalles sobre su extraordinaria actitud mental?

http://www.nataliedutoit.com/