Aunque
es probable que de vez en cuando alguna persona, cierta influencia o
suceso inesperado pudiera causarte frustración, apagar tu
entusiasmo momentáneamente y hacerte perder el equilibrio u
orientación, no servirá de nada echarle la culpa a las
circunstancias, a los demás ni a cualquier otra
provocación que provenga del exterior. Por eso, pregúntate: "¿Está
encendido mi motor? Si la respuesta es "No", pues ¡échalo
a andar y disfruta de tu vida! ¿Cómo? De eso tratan estas
páginas.
¡Combina varias clases de estímulo!
Como
seres racionales, para rendir productivamente en las diferentes facetas
de la vida necesitamos diferentes clases de estímulo. Cada
estímulo satisface una necesidad específica.
Combinándolos conseguimos una motivación más
profunda o significativa. Hay estímulos fisicos, materiales,
intelectuales, emocionales y espirituales, cada uno de los cuales va
dirigido a uno de los puntos cardinales de la motivación. Nadie
hace algo por nada; todo lo hacemos por un motivo. ¡Porque todos
perseguimos alguna clase de incentivo!
¿Qué es?
Es
el motor que te pone en acción, aquello que te impulsa tras tus
objetivos. Puedes encenderlo tú, otra persona, las
circunstancias, una idea o un punto de vista.
Pero, cuidado:
"Un paso más allá del entusiasmo
y se cae en el fanatismo"
Félix Descuret
¡Remóntate sobre el desaliento!
Todos
vamos tras un incentivo. La vida se vuelve insoportable sin
motivación. Si sientes que fracasaste porque en el intento algo
o alguien te hizo sentir mal, ¿hasta cuándo te
sentarás a lamentarlo?