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¿Qué principios aplican a la locución?

©Miguel Ángel Ruiz Orbegoso

Un principio es una verdad fundamental que sirve de base para la formulación de normas y procedimientos cuya finalidad es cumplir ciertos objetivos. Locución es por definición el acto o modo de hablar de una persona. Pero suponemos que tu pregunta se refiere específicamente a la locución radial o modo de hablar usando un micrófono o desde una cabina de radio o televisión (entendiéndose que radio es en este contexto un apócope de radiofonía).

Aunque los principios de oratoria son aplicables a la manera de hablar en cualquier contexto, las cualidades que los manifiestan varían dependiendo de las circunstancias. Por ejemplo, un principio indica que para hablar ante un auditorio se tiene que alzar la voz en proporción al tamaño del mismo. Pero una norma basada en ese principio es que debe proyectarse la voz con más o menos intensidad dependiendo de si se cuenta o no con un equipo de sonido. Si se cuenta con un equipo, puede hablarse con total comodidad sin necesidad de alzar mucho la voz. Se pasaría por alto dicho principio si se usara un micrófono para gritar, porque la función del micrófono es presentar una voz acogedora a pesar del tamaño del auditorio. Con un micrófono, cada uno de los oyentes puede sentir calor de amistad a través de la voz a pesar de la distancia o de su ubicación en la sala. Veamos algunas normas basadas en principios.

El contenido es lo más importante

A menos que se trate de un programa cómico, verifica siempre la confiabilidad de lo que divulgues. Por otro lado, ten presente que el oyente olvidará rápidamente todo lo que le digas si no se lo dices de una manera que lo recuerde.

La forma es lo más difícil

El novato habla de “mente a mente”, pero el profesional, de “corazón a corazón”.

Hablar muy rápido empaña el entendimiento, tal como tragar no deja disfrutar de una rica comida; y hablar muy despacio adormece al oyente de manera semejante a una canción de cuna.

De la calidad de tu voz y de tus palabras depende que el oyente imagine la estación de radio como un ambiente precioso o como una simple caja de cartón. Tu voz comunica la imagen de la radio y de tu persona.

Aunque el oyente no vea tu boca ni tu cuerpo, ten por seguro que si exageras los movimientos, se los imaginará tal como si estuviera allí mirándote. Tú pintas el cuadro que él ve.

Si la voz es de tonos variados, pero siempre pone un énfasis constante en todas las palabras, el conjunto se vuelve monótono, la variedad pierde sentido y el oyente termina hartándose. Esto ocurre generalmente a algunos locutores de publicidad. Dan el mismo tono y énfasis a todos los anuncios.

Cuando el oyente no ve tu rostro (locución en off), tu volumen y tono de voz le permite imaginarse la expresión de tu rostro. Si tu entusiasmo o énfasis es exagerado, imaginará una expresión grotesca. Si lo que quieres es vender, ten en cuenta que tu misión es inspirar confianza, lo cual se relaciona con una expresión creíble. No te recomiendo un tono que haga que imaginen que están oyendo a un payaso. La exageración que raya en el ridículo nunca es sinónimo de credibilidad, sino de fantasía, falsedad y frivolidad. No te lo recomiendo. Mucho menos gritar por el micrófono.

Solo hay un oyente frente a ti

Recuerda que nunca hablas con dos o más personas. Siempre te oye UNA persona. La radio es íntima. Observa los mejores anuncios publicitarios. ¿Por qué crees que los publicistas profesionales rara vez se dirigen a “ustedes”? El mensaje es siempre “para usted” o “para ti”. El locutor que usa “ustedes” con mucha frecuencia no entiende la función de la radio ni la del locutor. No abuses de “ustedes”, o reflejarás falta de profesionalismo.

En realidad, es como hablar por teléfono

Hablar por teléfono y hablar por un micrófono no es muy diferente desde el punto de vista técnico. Si alguien te llama por teléfono y comienza a gritarte, ¿cómo reaccionas? Haz esta prueba: Escoge una radio que grita a sus oyentes, llámalos por teléfono y grítale a la persona que te conteste. ¿Qué crees que hará? ¡Te colgará! El grito es un mecanismo de defensa en el ser humano para cuando se halla en situaciones de peligro o de urgencia; o de desfogue cuando está extremadamente feliz. Pero no lo usa permanentemente como un medio de comunicación habitual o para conversar entre dos personas.

Para persuadir tienes que inspirar confianza

La primera meta de un locutor profesional no es entretener, sino inspirar confianza y calor de amistad. Aunque entretener es importante, siempre es secundario. Lo primero es caer bien y atraer mediante la aplicación de técnicas de relaciones humanas.

Si faltas el respeto a uno de tus oyentes, reduces tu mercado en la medida en que otros lo hallen ofensivo. En radio y televisión, ofender a uno es ofender a todos los que se solidarizan con él. Tienes que aprender a discernir el impacto emocional tras tus palabras. Por ejemplo, decir: "podría ser un país hermoso" pudiera entenderse como: "Este país es horrible", y a nadie le gusta que le digan que su país es feo. Ahuyentarías a  un sector. Otro ejemplo: Cuando el presidente Fox dijo que 'ese trabajo no lo aceptarían ni los negros', se le vino encima medio planeta.

El comienzo y el final te delatan

Los locutores y presentadores profesionales siempre comienzan y terminan limpiamente, sin trastabillar ni entrar en regresiones o rodeos. Saben adónde van, cómo empezar, cómo terminar y qué esperar de su programa.

¿Improvisar o leer?

Ni improvisar ni leer. La clave está en el habla extemporánea. Eso significa diseñar un bosquejo e improvisar siguiendo un hilo de puntos principales y secundarios. Sentarse en la cabina y comenzar a hablar por hablar no es profesional. Siempre debes llevar una idea definida y un bosquejo, un objetivo. Y en caso de leer el material, lo cual se usa principalmente en programas instructivos, que no te pesquen leyendo. Es decir, que no le parezca al oyente que estás leyendo. Si se percata de que estás leyendo, perderás impacto y difícilmente llegarás a su corazón. Leer sin que parezca que estás leyendo es uno de los artes más difíciles.  

Sentido de responsabilidad

Todo esto se enmarca dentro del sentido de responsabilidad. Un locutor inculto, mal preparado y carente de escrúpulos puede alcanzar muchos éxitos, pero solamente entre gente inculta, mal preparada y carente de escrúpulos. En cambio, un locutor culto, respetuoso y bien preparado trasciende los limites, porque mucha gente inculta y mal preparada suele tener deseos de superación. Es más abarcador.

De hecho, la Real Academia Española nos ayuda a entender que las palabras trascienden más allá de las fronteras cuando pueden entenderse por una mayor cantidad de personas. Por eso, un objetivo del Diccionario es que más personas sepan cómo usan el idioma los hispanohablantes. Y los manuales de redacción nos instruyen respecto al alcance de las palabras.

Lo siguiente es un estracto del archivo "¿Qué Dices de Quién? Ayuda Para Una Redacción Eficaz", de Oratorianet.com:

Comunicación estrecha y de gran alcance

Estrecha. Se dice que la comunicación usada por los miembros de una familia, vecindario, ciudad o país es de carácter estrecho, porque se mantiene dentro de dicho ámbito, a quienes tal vez les parezca graciosa o pintoresca la manera de hablar de otra familia, vecindario, ciudad o país aunque todos hablen español o castellano.

De gran alcance. Lógicamente, si queremos que nuestra comunicación sea entendida por hispanohablantes de más allá del río, sería recomendable una corrección basada en la calidad. No solo porque deseamos que nos entienda la mayoría, sino porque otros podrían tomarnos como modelo de comunicación. Para tal efecto, seguramente recurriremos a menudo al Diccionario de la Real Academia Española y a sus consejeros para asegurarnos de estar empleando las palabras de más uso en el mundo hispano.

Sobre todo, los comunicadores masivos cuyos sus mensajes van a la par con el adelanto tecnológico, tienen que obrar sabiamente valiéndose de una  corrección de calidad para que la cobertura del entendimiento de quienes leen o escuchan su comunicación sea mayor. Un redactor de noticias perspicaz de la televisión por cable no escribiría: “En este país (o ciudad)”. ¡Específicaría el nombre del país o ciudad, porque sabe que ahora las comunicaciones no son locales sino globales! Por eso también seleccionaría las palabras de mayor uso en la Tierra, no las jergas y expresiones regionales que solo se entenderían en una localidad relativamente pequeña. ¡Cuánto más si la comunicación es por Internet! Por eso es recomendable usar las formas y variantes usadas por la mayoría de los escritores cultos.

Nadie puede restringir la evolución de la lengua. Todos tenemos libertad para exponer nuestras ideas como mejor nos convenga. Pero es prudente concordar en que la mejor manera de mantener al mínimo las barreras es manteniendo cierta uniformidad en el uso de los códigos.

Un locutor profesional es un comunicador, y como tal, no crea barreras en la fluidez del mensaje, sino todo lo contrario:

    * Verifica la confiabilidad de los contenidos del programa, por ser lo más importante

    * Pule contantemente su forma de hablar, por ser lo más difícil

    * Habla de “corazón a corazón” y no de “mente a mente”

    * No habla muy rápido, porque empaña el entendimiento; ni muy despacio, porque adormece

    * Sabe que aunque lo escuche un millón de oyentes, su contacto es siempre con UNO

    * No grita, porque reconoce que hablar por un micrófono es similar a hablar por teléfono

    * Entiende que para persuadir tiene que inspirar confianza y calor de amistad

    * Sus comienzos y finales están siempre bien planificados

    * Si lee, lo hace de modo que no parezca que está leyendo. Porque su habla es extemporánea

    * Sobre todo, cultiva un gran sentido de responsabilidad

    * Procura una comunicación de gran alcance, no estrecha


Te sugerimos ampliar el tema de los principios que fomentamos en Oratorianet.com mediante la lectura del Archivo de Oratorianet, el manual Sugerencias Para Aprender a Exponer en Público o nuestra guía "Guía Para Escribir".

www.oratorianet.com

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