Sin
embargo, no es la cantidad de conocimientos y experiencias lo que
determina que tus críticas sean constructivas o provechosas para
ti y los que te escuchan, sino la veracidad y calidad de dichos
conocimientos.
Por
ejemplo, por cultura general pudieras enterarte de que una tribu lejana
solía tratar ciertas dolencias aplicando estiércol o
excremento directamente a las heridas, algo que sabemos no es
médicamente correcto. Dicho conocimiento te sirve para
“saber” cómo era esa gente, pero no te sirve para
curar heridas. De modo que una cosa es el fondo de conocimientos y otra
la calidad o aplicación práctica del mismo.
Entonces,
¿de qué sirve saber cosas que no nos servirán?
Para entender mejor por qué la gente es como es, o por
qué piensa como piensa, con la finalidad de adaptarnos mejor y
tratar con ella, o con los que piensan como ella.
Por
lo tanto, la cultura general te sirve para conocer mejor el mundo que
te rodea, abarcar a más personas cuando les hablas en
público, porque puedes citar más ejemplos y casos, y para
ampliar tu criterio o capacidad de juicio.
Aprovecha bien el tiempo
Sin
embargo, tienes que apuntar hacia un objetivo. Porque una cosa es
adquirir cultura general buscando información relacionada con
temas que te interesen, y otra, buscarla sin tener un objetivo. Esto
último pudiera resultar muy interesante cuando te vayas de
vacaciones y sondees culturas diferentes a las que ya conoces, pero no
sería sabio investigar ni adentrarte en asuntos que no tienen
sentido.
Por
ejemplo, por cultura general debes aprender a hablar, pronunciar y
escribir correctamente. Si no lo haces, los que tienen más
cultura se percatarán de tu “falta de cultura” y no
respetarán tus explicaciones. Por cultura general uno sabe
qué es La Torre Eiffel, quién fue Sidharta Gautama,
qué es La Torá, qué es la termodinámica,
cuándo estalló la Primera Guerra Mundial, qué el
Hubble, cuántas carabelas usó Colón en su segundo
viaje de descubrimiento, qué es una traqueotomía,
cómo se procede para realizar una resucitación
cardiopulmonar de emergencia, cuántos huesos tiene la cebeza, o
qué significa E=mc².
No
quiero decir que te conviertas en un sabelotodo. Ese no es el punto.
Uno no puede saberlo todo. Pero debes procurar saber de
todo un poco, para que puedas sostener una conversación digna
con cualquier persona en cualquier momento. Además, cuanto
más cultura tengas, más fácil te resultará
hablar en público, porque tu fondo de conocimientos te
servirá de base para sostener tus argumentos.
¿Quién
inmortalizó la frase "la religión es el opio del pueblo"?
¿Lenin o Stalin? En ciertas ocasiones he sometido a
presión a grupos de estudiantes rechazando
categóricamente la respuesta correcta para que hubiera varios
que me apoyaran, aunque yo estuviera equivocado, para demostrarles que
(1) muchas personas se dejan llevar por el orador a pesar de no saber
si dice la verdad o miente, (2) es posible convencer a una parte del
auditorio si se habla con seguridad y fanatismo, aunque uno esté
equivocado, y (3) el orador queda como inculto si insiste en un
conocimiento equivocado si sus oyentes son cultos. Lógicamente,
no estoy enseñándote a mentir, sino explicándote
que no es fácil engañar a un auditorio culto. Procura
siempre hablar con base.
La
cultura general es esencial para todas las cosas. Se adquiere por
lectura, estudio y/o experiencia; además, fortalece a uno y le
sirve de respaldo para presentar un discurso bien preparado.
Lo más interesante de la cultura general no es el hecho de que te permite saber
muchas cosas y aplicarlas en la vida cotidiana o para resolver
problemas, sino que mejora o amplía tu critero o habilidad para
juzgar las cosas. Por ejemplo, pudieras incrementar tu fondo de cultura
general enterándote de lo que significa una
"célula madre", por lectura, por instrucción de un
maestro o por documentales de la televisión, es decir, recibiendo el conocimiento en bandeja;
pero si te dieran un mapa, ¿podrías localizar rápidamente Liberia,
Surinam, Manila, Guam o el Estrecho de Bering? El
beneficio de la cultura general es que aunque no sepas dónde
quedan exactamente esos lugares, tu mente está predispuesta a
zonificar el mapa y buscar objetiva y restringidamente de manera que
tus ojos no recorrerían confundidos por cualquier lugar. Sabes
que Liberia queda en el continente africano, Surinam, en el
sudamericano, y así sucesivamente.
En
otras palabras, la cultura general es acumulativa y crece porque
resulta de una actitud caracterizada por permanecer siempre alerta a
los nuevos conocimientos que surgen a tu alrededor. Eso significa que
si eres una persona observadora, lograrás una gran facilidad
para incrementar tu cultura cada día, porque no solo permaneces
atenta a todo lo que sucede alrededor, como una esponja de
conocimientos, sino que desarrollas más habilidad para
ingeniártelas y conseguir los conocimientos que quieres.
Desarrollas la destreza de investigar y hallar los conocimientos por tu
cuenta y sin asistencia directa de otras personas.
Estas no son preguntas para el programa Mastermind, de Nueva Zelanda, pero te estimularán a poner a prueba tu cultura general:
- Investiga y localiza en un mapa dónde queda Liberia, Libia, Líbano, Albania, Andorra, Matoury, Sinnmary, Oiapoque y Luanda.
-
Recuerda y escribe los nombres y/o apellidos de por lo menos 10 jefes
de Estado que estén en funciones actualmente y sus respectivos
países
- Recuerda y haz una lista con por lo menos:
Los nombres conocidos de por lo menos 20 aves
Los nombres de por lo menos 20 ciudades principales del mundo
Los nombres de 20 idiomas o dialectos que se hablan en el mundo
Los nombres de 20 razas de perros
Los nombres de 10 diferentes tipos de moneda.
Sin investigar, recurre a tu memoria y procura responder:
¿Cuántas cuerdas tiene una guitarra común?
¿Cuántas teclas negras tiene una octava en un piano?
¿Quiénes son mejores catadores, los ciegos o los mudos?
¿Cuándo se puede recurrir a un tribunal internacional de Derechos Humanos?
¿Cuál es el nombre del inventor de la televisión?
¿Cuántos y cuáles son los principales componentes de la sangre humana?
¿De qué nacionalidad es Kofi Annan, ex Secretario General de la ONU?
La
próxima vez que alguien te hable de la Polinesia Francesa o de
Oceanía, o te diga "¡Shalom!", sabrás de qué
está hablando... o bien lo anotarás con disimulo en una hojita de papel y correrás a averiguarlo tan pronto como puedas. ¡Carpe diem!
Estas
ideas y preguntas no tienen el propósito de incomodarte o hacerte
sentir
ignorante, sino simplemente estimularte a recordar e investigar
asuntos sobre cultura general. Ningún ser humano puede saberlo
todo. Es interesante notar que algunos científicos reconocen con
hidalguía que cuanto más averiguan, más
conscientes están de lo poco que saben. El mejor ejemplo de lo
ignorantes que son es el cúmulo de descubrimientos acerca del universo.
A cada rato se desdicen y reescriben sus libros. Al mismo tiempo saben
mucho, pero reconocen que no saben nada.
Lo que sabemos es muy poca cosa; pero lo que ignoramos es inmenso
Pedro Simón, célebre geómetra, astrónomo y físico, Marqués de Laplace
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