Confieso que esta es la primera vez que uso la palabra 'evocación' en este web site. Si me remito al significado de la palabra 'evocación' en lo que a oratoria se refiere, diría que es la acción y efecto de evocar, que en término figurado significa 'traer alguna cosa a la memoria o a la imaginación', o sea, 'recordar algo'.

El arte de hablar es como el arte de pintar o cantar o esculpir. Por ejemplo, el artista se siente libre para dar pinceladas en el lugar que desee y del color que prefiera. Por eso, habiendo tantas palabras en el diccionario, algunos que practican la oratoria o el arte de escribir prefieren usar palabras poco usadas por la gente, ya sea para darse importancia (que sus oyentes exclamen mentalmente: "¡Oh, cuán culto es!"); simplemente por utilizar una expresión que transmita mejor lo que quiere decir; o para obligar al oyente o lector a ir y buscar en un diccionario, como haría un profesor de lengua, que quiere que sus estudiantes aprendan a investigar y ampliar su vocabulario. Estos dos últimos casos lo justificarían plenamente.

Desde el punto de vista de un conferenciante que quiere comunicar su mensaje eficazmente, es conveniente evitar palabras que el oyente tenga que buscar en un diccionario. Porque si necesita un diccionario para entender lo que dijo, la comunicación se bloquea.

A veces utilizo palabras poco usadas cuando tengo la intención de obligar al lector a buscar en el diccionario. Por ejemplo, a veces uso la frase 'obediencia inconcusa'. Mi intención es que vayas y busques. En la mayoría de los casos, utilizo palabras sencillas. En vez de decir 'evocar', simplemente diré 'recordar'.

Por otro lado, hay otras dos acepciones que ofrece el Diccionario de la Lengua Española de la Real Academia para la palabra 'evocar', que son: "Llamar a los espíritus y a los muertos, suponiéndolos capaces de acudir a los conjuros e invocaciones [como hace un médium espiritista]. || 2. Apostrofar a los 'muertos' ".

'Apostrofar' es 'dirigir apóstrofes', es decir, interrumpir abruptamente un discurso para comenzar a hablar en tono diferente y en segunda persona (tú, usted) a otra u otras personas, presentes o ausentes, vivas o 'muertas', a uno mismo o a un objeto. Por ejemplo:


Por lo tanto, aparentemente te refieres a la evocación en este último sentido, el de interrumpir el discurso de repente para hablar retóricamente a un supuesto personaje, animal u objeto. Por ejemplo:

"Si en este momento pudiera dirigirme al maestro, le diría, con todo respeto, que sus explicaciones son muy interesantes y educativas, aunque un poco aburridas.

- Profesor, sus clases son muy interesantes y educativas. Nos ayudan a comprender mejor muchas cosas que nos van a servir. Algo que sí me gustaría decirle, y espero que sepa tomarlo como el consejo de un buen amigo, es que podría hacerlas más entretenidas. Quizás usando dibujos o láminas, tal vez contándonos, de vez en cuando, una historia impresionante o dándonos una clase en el parque.

Creo que si se lo digo de esa manera, tal vez me haga caso y comience a mejorar su técnica de enseñanza que, a decir verdad, es muy tediosa."

La evocación es una técnica muy eficaz, porque ayuda al oyente a transportarse imaginariamente al 'lugar de los hechos', lo cual hace muy entretenida la explicación. Yo la uso a menudo en mis conferencias, aunque nunca utilizo el término 'evocar'. Debido a las otras acepciones de la palabra, prefiero referirme a ello como 'diálogo imaginario'.