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Las 5 Vocales  

Expresa aprecio
CON PALABRAS  |  CON GESTOS  |  CON ACTITUDES  |  EMOCIÓN ANHELADA


¿Qué es el aprecio?

Es fácil criticar, juzgar, prejuzgar y quejarse. Somos imperfectos y tendemos a cometer errores. De modo que no se necesita ser muy inteligente para encontrar defectos a cuanta persona se nos cruce en el camino, o poner reparos a los esfuerzos que las personas hacen por alcanzar un objetivo. Suena irónico, pero vivimos en un mundo en el que a cada vez menos gente le cuesta expresar su desprecio por lo que otros hacen por ellas ("¿De qué se trata, para oponerme?").

En cambio, apreciar es considerar, estimar, confiar y dar crédito, declarar con palabras, gestos y actitudes cuánto valora uno a los demás por lo que son, no por lo que tienen, y por los frutos de las labores que realizan, no por su s atributos físicos.  Las expresiones de aprecio son manifestaciones externas de los sentimientos sinceros de agradecimiento. Cuando dices: "¡Gracias!" estás indicando que valoras a las personas o lo que han hecho por ti. Cuando no dices: "¡Gracias!" demuestras falta de aprecio, menosprecio o desprecio, dependiendo de la dureza de tu actitud e indiferencia.

Pero ¿bastará con decir "gracias"? No. Tiene que ir acompañado de una actitud agradecida. Porque como hemos visto en otro lugar, la gente presta más atención y evalúa instintivamente las actitudes tras las palabras. Decir "gracias" sin la actitud apropiada es igual o peor que no decir nada. Para que las "gracias" signifiquen un valor para la otra persona, es imprescindible una actitud agradecida.

Imagina que vienen unos amigos del extranjero y los invitas a comer a un restaurante precioso con vista al mar. Pero cuando uno de ellos regresa del lavamanos, les dice a todos que los lavamanos están sucios y malolientes. ¿Crees que regresarán otro día con más amigos? ¿Crees que hablarán bien del restaurante con otras personas cuando surja el tema "Adónde vamos a comer"? ¿No crees que les repugnará la idea? De hecho, ¿no crees que comenzarán a dudar de la calidad e higiene de lo que están cenando, comenzando a hablar mal del dueño y del administrador? ¿Y no crees que después murmurarán a tus espaldas acerca de tu pésima elección? ¡Sin duda te retirarás sin pagar y presentarás una queja formal! Y ¿qué exclamarás cuando veas su publicidad? ¿No dirías que ese lugar es de lo peor, debido al mal momento que te hicieron pasar con aquellos amigos? Lo mismo sucede cuando dices "gracias", pero tu actitud es indiferente o desagradable. Por un lado de la cara expresas aprecio, pero por el otro, desprecio. Eso no funciona para hacer amigos ni ganar clientes.

¡La ética se aprende en el hogar!

Las lecciones más importantes de la vida, como son las habilidades para las relaciones humanas y la ética, se enseñan en el hogar. Si una persona crece sin esta formación, aún puede aplicar su voluntad y aprenderlas reenseñándose a sí misma motivada por los beneficios. Quienes lo logran demuestran ser verdaderamente excepcionales. La lección más importante consiste en enseñar a los niños a expresar aprecio.

La base de las relaciones humanas

Todas las relaciones se basan en el aprecio. Por eso es la primera cualidad que debemos aprender a desarrollar, expresar, cultivar y vigilar. Si queremos caer bien al auditorio, tenemos que expresar aprecio hacia las personas por lo que son. Si no expresamos y manifestamos aprecio, no ganaremos muchos amigos, y si no ganamos amigos, ¿cómo van a apreciar lo que digamos? El aprecio fomenta aprecio, y el desprecio, desprecio.  Despreciar es malgastar energía, ¡cuánto más si la expresamos!

Con palabras

"Aprecio lo que hiciste por todos nosotros", "Para mí es muy valioso tu aporte", "Quisiera decirte lo mucho que vale lo que estás haciendo", "Lo que hiciste hoy tiene mucho valor", "Pocas personas valen como tú", "¿Cómo podría pagarte por todo lo que has hecho por mí?", "El capital humano que hay en ti es extraordinario", "Tu ayuda nunca ha sido pequeña", "Eres una persona que goza de nuestra confianza", "Siento un profundo agradecimiento por lo que hiciste", "Tienes una personalidad con muchas cualidades excelentes", "Me encanta tu manera de ser", "Para todos nosotros, eres una persona muy especial", "Nunca olvidaré tu sacrificio y entrega".

¿Qué te hacen sentir frases como esas? Ahora compáralas con estas.
"Pierdes el tiempo si crees que a alguien le interesa lo que haces", "Para mí, tu trabajo es un desperdicio", "Quisiera poder borrarte del mapa", "Lo que hiciste hoy no tiene ningún valor para nadie", "Miles de personas valen más que tú", "No tienes nada de qué sentirte orgullosa", "¡Qué feos gustos tienes!", "¿Crees que lo que haces tiene algún valor?", "No necesito tu ayuda", "En ti no confiaría nunca nada", "¡Qué lástima que desperdicies tu talento!", "Eres superficial", "A todos les irrita tu manera de ser", "Para todos nosotros, eres una persona como cualquiera"... ¿Te despiertan sentimientos de amistad y compañerismo, de superación y desarrollo? Lamentablemente, muchos se expresan así. ¿Por qué lo harán? ¿No sería mejor expresar aprecio por las cosas buenas que hace la gente?

Con gestos

Sonríe sinceramente mirando a los ojos sin pestañear. Asiente con la cabeza aprobando una acción. Si lo desea, dale un sincero apretón de manos, mirando sus ojos (nunca presiones la mano de la otra persona tan fuertemente que se lamente de habértela dado, no pocos sufren de artrosis). Obséquiale algo que desearía tener. Invítala a salir, o a comer algo que le agrada. Toma la iniciativa para prestar apoyo o ayuda. Manténte alerta a lo que se necesita, y, si es posible, provéelo.

Lógicamente, no sería lo apropiado sonreír ni hablar sonriendo cuando el tema es triste o penoso, como, por ejemplo, cuando un locutor comunica una noticia dolorosa. En tal caso, se exige una actitud seria.

Ahora bien, aunque es cierto que un saludo muy agradable pudiera implicar un buen apretón de manos, no sería recomendable hacerlo si intuimos que nuestro interlocutor no es de las personas que desea andar estrechando las manos. En tal caso, es mejor esperar un indicio de que desea estrechar nuestra mano, a no ser que tengamos una razón para tomar la iniciativa y estrechársela. Con mayor razón, el mismo principio aplicaría al asunto de andar besando a las personas.

Por otro lado, a pesar de que un abrazo pudiera interpretarse como un gesto amable de camaradería y aprecio, ten cuidado de no dar la impresión equivocada. Un abrazo muy fuerte o emotivo pudiera malinterpretarse como falto de discreción. Por ejemplo, algunos suelen dar una palmada cariñosa en la espalda u hombro, pero otros la dan tan fuerte que más bien parece ser un palmazo o gesto hostil. Una cosa es dar una palmada y otra golpear fuertemente la espalda o el hombro de alguien. Los amigos suelen darse abrazos y palmadas fuertes de alegría después de no verse por algún tiempo, pero con quienes no se tiene mucha afinidad, es mejor evitar que una palmada afectuosa llegue tan fuerte que se confunda con un  palmazo o gesto dominante.

Con actitudes

Recomiéndala a otros. Habla bien de ella ante terceros, de sus tratos y cualidades. Defiéndela cuando lo requiera. Cédele el paso, el lugar o el asiento. Pídele consejo. Recurre a ella prontamente cuando tenga un problema o dificultad. Préstale mucha atención cuando tome la palabra u ofrezca un comentario o sugerencia.

Una emoción anhelada

Por lo general, un recién nacido recibe abundantes expresiones de aprecio de parte de los que lo rodean. Todos le hacen mimos y caricias. Se expresan bien de él. Lo convierten en el centro de la atención. El aprecio es un sentimiento básico que se interpreta como valorización, cotización y deferencia. Por lo contrario, los monumentos y alabanzas póstumas solo consuelan a los vivos, como símbolos del aprecio que debieron expresar cuando la persona vivía. Usualmente, los velorios se caracterizan por frases del tipo: "¡Era una gran persona!". ¡Expresemos aprecio en todo momento apropiado!

Aparte de manifestar y reforzar los sentimientos de aprecio mutuo, las diferentes indicaciones de aprecio hacen que las personas sientan la seguridad de que se las está teniendo en cuenta. Por eso fortalece mucho las relaciones humanas.

Algo similar aplica a la relación con un auditorio cada vez que, ya sea con palabras o acciones, ellos sienten que dices: "Aprecio mucho su opinión", "Ustedes son muy importantes", "Gracias".  No mirar a las personas, sino a las butacas y a las paredes expresa falta de este maravilloso sentimiento. Uno mira a las personas cuando les habla.

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